Aragón busca que su entorno rural este conectado, que esté online con cualquier parte del mundo. Y para ello busca facilitar a las zonas rurales que quedan fuera de las inversiones de las operadoras privadas de telecomunicaciones el acceso de banda ancha.

El plan, impulsado por la Diputación Provincial de Huesca (DPH) cuenta con varias fases de desarrollo y un fin: alcanzar pequeños núcleos y acelerar su cobertura de internet a alta velocidad beneficiando a un total de 322 localidades. Todas ellas pasarán a contar con conexión a internet a una velocidad de 30 Mbps.

Todos los pueblos oscenses de más de 20 habitantes tendrán conexión a internet por banda ancha, a alta velocidad, en menos de dos años. El plazo marcado por la DPH son 20 meses con una inversión de 6,5 millones de euros.

Desde la DPH han explicado que el reto es «garantizar la igualdad de acceso a las infraestructuras de internet de alta calidad a todos los habitantes de la provincia, vivan donde vivan«. El objetivo planteado se enfrenta a la rentabilidad, aunque según fuentes provinciales no es una prioridad al entender que lo público debe garantizar un acceso más universal sin criterios económicos. Esto se contrastra con el criterio de las operadoras privadas que no invierten en los pequeños municipios por su sobrecoste y su poco rendimiento de comercialización.

Algo que sucede en Huesca: un territorio despoblado y marcado por la dispersión demográfica. La DPH considera que extender la conexión a internet al medio rural es una de las infraestructuras clave para dotarlo de mejores dotaciones con las que poder frenar la despoblación.