La presidenta de las Cortes de Aragón, Violeta Barba, de Podemos, se ha desplazado a una comisaría de Zaragoza para denunciar el «botellazo de agua» que ha recibido en el exterior del recinto que ha acogido la asamblea de Unidos Podemos sobre Cataluña.

Lo han confirmado a los medios fuentes de su entorno, pues aunque el lanzamiento de una botella de agua llena no le ha causado lesiones, sí ha contribuido notablemente a acentuar la tensión; en ese momento, Barba estaba hablando con uno de los responsables del operativo policial para pedir un refuerzo del despliegue.

De hecho, la supuestamente escasa presencia policial en los alrededores del recinto municipal Siglo XXI, en la periferia de la capital aragonesa, ha sido una queja común en los cargos de Unidos Podemos que han asistido a la asamblea.


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Fuentes del Ayuntamiento de Zaragoza, al comprobar a media mañana que los manifestantes radicales eran varios centenares, se dirigieron a la Delegación del Gobierno para pedir más agentes en los alrededores de las instalaciones, en donde, a esa hora, ya se habían restringido las entradas y las salidas por razones de seguridad.

Incluso los periodistas trabajando en el interior han experimentado las consecuencias de la prohibición y no han podido informar de los hechos que acaecían fuera.

Tanto la Delegación del Gobierno en Aragón como el Ministerio de Interior, de acuerdo con la versión de las fuentes consultadas, han indicado que no podían garantizar la seguridad de los asistentes. La primera de esas dos instituciones, con todo, ha explicado a este periódico que el despliegue policial siempre ha sido el previsto.

Esta supuesta «desprotección» ha generado tensión en los cargos de Unidos Podemos, hasta tal punto que a las 15.00 horas, seis horas después de comenzada la asamblea, prácticamente toda la concurrencia (unas 400 personas según la organización) han decidido salir juntas para hacer fuerza ante posibles agresiones, pero no se han producido.

Tras esperar 40 minutos, protegidos por un cordón policial, los asistentes han abandonado el pabellón entre los gritos de apenas unas decenas de manifestantes, los que quedaban. El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve; la presidenta de las Cortes de Aragón, Violeta Barba; e Íñigo Errejón, entre otros, han estado en esa comitiva.

Barba, de hecho, ha partido en un coche de la unidad de Policía adscrita a la comunidad autónoma de Aragón, mientras que el alcalde ha abandonado la asamblea en otro coche, acompañado por la vicealcaldesa, Luisa Broto.