Poco más de la mitad de los adolescentes de Zaragoza utilizan las redes sociales cuatro horas al día o más y el 98,3 por ciento de ellos acceden a las mismas mediante el móvil, principalmente para hablar con amigos y familiares, curiosear, mantenerse informados o seguir a personas que les interesan.

Éstas son algunas de las conclusiones del estudio «La importancia de las redes sociales en los chicos y chicas adolescentes. Dificultades y fortalezas para la intervención socioeducativa», realizado por un equipo de la Universidad de Zaragoza, con apoyo de la Fundación para la Atención Integral del Menor (FAIM), pionero en el ámbito aragonés.


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El informe, presentado hoy a la prensa en la sede de la FAIM en Zaragoza, pretendía conocer el uso que los jóvenes aragoneses hacen de las redes sociales con el fin de intentar, desde esta Fundación, «estar en las redes que ellos usen sin molestar», como pequeños «influencers» y con una finalidad educativa, y de ofrecer a los adolescentes más vulnerables apoyo psicológico positivo.

Así lo han explicado en la presentación la profesora del departamento de Psicología y Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo y directora del estudio, Yolanda López del Hoyo; el gerente de FAIM, Pedro Coduras, y el coordinador de proyectos de la misma, Falo García.

CONTACTAR CON MÁS DE 500 JÓVENES EN HORAS

El estudio tenía el interés, según Coduras, de incorporar a su trabajo de acompañamiento a menores los nuevos espacios digitales que tienen los jóvenes para llegar a ellos y «tener mil ojos» para que sepan que, si alguien está mal, puede contar con ellos, ha añadido García, quien ha apuntado que contactan «con más de 500 jóvenes en las redes diariamente«, fundamentalmente por Instagram y Whatsapp, cuando en persona se atienden a unas 80 o 90.

El estudio fue realizado en marzo con encuestas a 123 adolescentes de 13 a 16 años (el 46,2 % chicos y el resto chicas) en un instituto urbano de la provincia de Zaragoza y reveló que casi un tercio de ellos, el 32,2 %, usan las redes cinco horas o más al día y casi el 20 % cuatro horas y tan sólo dos (1,6 %) no las usan ni tienen móvil.

Entre los menores usos que los adolescentes encuestados dan a las redes sociales destacan ligar o recibir apoyo, un hecho «relevante» dado que muchos de ellos se sienten mal si envían un vídeo o un mensaje que no son respondidos, ha apuntado López del Hoyo.

Whatsapp para contactar, Youtube para aprender algo nuevo, e Instagram para seguir a las personas que les interesan son las redes más utilizadas por los adolescentes, que priman el contenido audiovisual o de imágenes frente al texto. Uno de cada cinco encuestados ha subido al menos un vídeo a Youtube y el 83 % conoce a alguien que lo haya hecho.

LOS ‘INFLUENCERS’

En este sentido, López del Hoyo ha resaltado que están apareciendo en las redes «nuevos agentes sociales con gran poder e influencia«, lo que es «interesante» para reflexionar sobre su uso, darle la vuelta y poder utilizar la tecnología de forma positiva y abrirse a las oportunidades que ofrecen, como hace FAIM.

El estudio desvela además que el uso de las redes está en constante evolución y la forma de ver el mundo de los adolescentes, nativos digitales, ha cambiado, ha insistido la directora del mismo, mientras que Coduras ha apuntado que las redes sustituyen «espacios de socialización«.

La FAIM, en su trabajo constante con menores y adolescentes en situación de dificultad, tiene en cuenta el entorno digital a la hora de diseñar sus programas y es consciente de la necesidad de conocer estos espacios de relación y adaptarse a ellos.

Por ello, las III Jornadas de FAIM que se celebrarán mañana y el viernes en Zaragoza tienen como eje central «Comunicación, tecnología y adolescencia. Ser y acompañar vidas que también son digitales«.