La colaboración iniciada entre investigadores españoles, ingleses y estadounidenses en el marco de un proyecto de investigación del Plan Nacional de I+D+i del Ministerio de Economía y Competitividad español –proyecto DINOTUR– ha permitido la identificación de un nuevo dinosaurio procedente del estado de Utah (Estados Unidos).


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El yacimiento denominado Doelling’s Bowl fue identificado por el paleontólogo del estado de Utah James Kirkland en 1991. La edad geológica y el gran interés potencial de los restos de esqueletos de dinosaurios que de allí proceden se reconocieron en 2006, año desde el que se realizan excavaciones sistemáticas.

EL HALLAZGO

Los fósiles de dinosaurios saurópodos presentados en este trabajo se encontraron en el año 2010. El equipo de excavación, liderado por el Dr. Kirkland, del Utah Geological Survey, descubrió y preparó dos ejemplares de saurópodos, uno de ellos muy completo, incluido el cráneo.

El yacimiento de Doelling’s Bowl se encuentra en la parte inferior del Miembro Yellow Cat, situado en la base de la Formación Cedar Mountain. Su edad es Cretácico Temprano y, a la espera de los resultados de un trabajo en curso, su antigüedad se estima en unos 130-135 millones de años.

Investigadores analizando los datos del hallazgo en Utah / H.A

Durante 2016 y 2017 se procedió a la descripción y comparación de los nuevos restos por parte de un equipo multidisciplinar internacional compuesto por los doctores Rafael Royo-Torres, Alberto Cobos y Luis Alcalá de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis (Teruel, España), Paul Upchurch del University College London (Londres, Reino Unido), James Kirkland y Donald D. DeBlieux del Utah Geological Survey (Utah, USA) y John Foster del Museo de Moab (Utah, USA).

El trabajo se acaba de publicar en la revista ‘Scientific Reports‘, que pertenece al prestigioso grupo Nature, y contiene varios hitos. Entre ellos, la definición de un nuevo género y especie de dinosaurio saurópodo (cuadrúpedo, con el cuello y cola largos y el cráneo pequeño); la identificación del grupo Turiasauria por primera vez en Norteamérica; y la atribución de un segundo saurópodo norteamericano ya conocido, Moabosaurus, al grupo de los turiasaurios.

A su vez, también se realizó la interpretación del hallazgo de saurópodos turiasaurios en el continente americano, que han resultado ser los más modernos conocidos hasta el momento. Los fósiles recuperados (del cráneo, dientes, vértebras del cuello, dorso y cola, huesos de las cinturas escapular y pélvica, y huesos de sus extremidades delanteras y traseras, incluidos de las manos y de los pies) permiten afirmar que el ejemplar con el que se ha definido Mierasaurus se trata del dinosaurio saurópodo más completo conocido del Cretácico de Norteamérica.


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Además, Mierasaurus y Moabosaurus son los saurópodos con caracteres más primitivos del continente norteamericano. La longitud de Mierasaurus, estimada entre 10 y 12 metros, es mucho menor que la de sus parientes europeos (que podrían superar los 25 metros de longitud).

Mierasaurus convivió en los mismos ecosistemas que el ornitópodo Iguanacolossus, un dinosaurio acorazado todavía no descrito, pequeños “raptores” (dinosaurios carnívoros) emplumados, como Yurgovuchia, y grandes terópodos alosáuridos.

El ambiente interpretado para el yacimiento de Mierasaurus sería el de una planicie con charcas (similares a ciénagas) y con escasa vegetación formada por equisetos y helechos.

¿CÓMO LLEGARON A NORTEAMÉRICA DESDE EUROPA?

El hallazgo de turiasaurios en el Cretácico Temprano de Utah (Mierasaurus y Moabosaurus, definido y reclasificado, respectivamente, en este estudio) en yacimientos mucho más modernos desde el punto de vista geológico que los europeos, permite inferir que representantes de este grupo de saurópodos primitivos se desplazó después del Jurásico Tardío (probablemente entre hace 145 y 130 millones de años) desde Europa a Norteamérica a través de un puente intercontinental.

Este evento, según indican los datos geológicos documentados, se debió a que el nivel del mar entre ambos territorios descendió lo suficiente como para poder migrar a través de nuevas tierras emergidas.

El nombre del género del nuevo dinosaurio, Mierasaurus, está dedicado al cartógrafo y polímata español Bernardo de Miera y Pacheco (1713-1785), natural de Santibáñez de Villacarriedo (Cantabria).

Así era la disposición de los continentes en el Jurásico tardío / H.A

Miera fue el líder científico del equipo que los padres franciscanos Domínguez y Escalante formaron en 1776 para llevar a cabo una expedición por el Oeste Americano a través de lo que en aquel entonces era la frontera norte de la Nueva España y que actualmente es territorio de Nuevo México, Colorado, Utah y Arizona.

El objetivo de la expedición era establecer una ruta de comunicación y comercio estable entre la Villa de Santa Fe, en Nuevo México, con Monterrey, en California. Durante seis meses recorrieron unos tres mil kilómetros de desiertos, bosques, valles frondosos e inmensas montañas y ríos, estableciendo contacto pacífico con numerosos grupos de nativos americanos (Hopis, Lagunas, Yutas y Apaches, entre otros).


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Bernardo de Miera y Pacheco realizó el primer mapa de este territorio, hasta entonces desconocido en su mayor parte por los europeos. Este mapa destaca por la exactitud, por su estilo artístico y por las numerosas notas geográficas, geológicas y etnográficas que contiene.

Asimismo, la expedición Domínguez-Escalante supuso la primera incursión conocida de los europeos en el actual estado de Utah, de donde proceden los fósiles del nuevo dinosaurio.

El nombre de la especie, Mierasaurus bobyoungi, está dedicado al geológo estadounidense Robert Young. Este investigador interpretó correctamente el Cretácico Inferior de la región de Utah, Colorado, Arizona y New Mexico.