La compañía francesa Etienne Lacroix, propietaria de la empresa Pirotecnia Zaragozana, ha decidido paralizar la compra de terrenos en la localidad zaragozana de Belchite y mantener la producción en su planta de Garrapinillos.

La decisión del consejo de administración se ha tomado ante todo por una cuestión «financiera y de retorno de inversiones«, señaló el máximo directivo del grupo galo.


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Tras la explosión registrada el 31 de agosto de 2015 en la base de Garrapinillos, en la que seis trabajadores murieron, otros seis resultaron heridos de gravedad y la fábrica quedó destruida, la empresa invirtió como primera etapa en la construcción de un sitio logístico en los mismos terrenos.

El grupo Etienne Lacroix recuerda en un comunicado que en marzo de 2017, tras barajar otras opciones el año anterior, Pirotecnia Zaragozana «entabló los primeros contactos con el Instituto Aragonés de Fomento para la compra de un terreno de 60 hectáreas en el término municipal de Belchite«.

Pirotecnia Zaragozana fue adquirida en diciembre de 2014 por el grupo francés y tanto esa compra como el proyecto posterior de reconstrucción «se asentaban principalmente sobre unos clientes específicos» demandantes de fuegos artificiales ecológicos y diferenciados.

«Distintos acontecimientos» sucedidos desde entonces, según su nota, fueron dilatando la posibilidad de que Pirotecnia los ofreciera y los clientes se acabaron decantando por otras opciones en el mercado, lo que ha hecho que la empresa haya optado por paralizar la compra de esa superficie en Belchite.

El grupo Etienne Lacroix destacó que el futuro de Pirotecnia Zaragozana «consistirá en la realización de fuegos artificiales y en la compraventa de productos de importación, con el apoyo de Ruggieri», filial especializada en espectáculos pirotécnicos a nivel mundial.