La escritora y periodista Marta García Aller presentó ayer en Zaragoza su libro ‘El fin del mundo tal y como lo conocemos, retos para el futuro que ya está aquí’, en el que describe, tras contactar con decenas de expertos, un futuro sin enfermedades como el cáncer, el parkinson o el alzheimer.

García Aller reconoció que la inmortalidad es un «concepto más filosófico que biológico», sí plantea un futuro donde «la medicina deje de ser algo que cura las enfermedades y pase a ser algo que las previene», y en el que se vivirán «muchos más años porque alargaremos la juventud» gracias a la biología celular.


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Tal y como explicó a los periodistas -momentos antes de presentar su libro en el Patio de la Infanta de Ibercaja-, el libro no sólo recoge los avances médicos más palpables, sino también algunos de los cambios más radicales que va a experimentar la sociedad, entre los que destaca el auge de la inteligencia artificial, y en consecuencia, la previsible destrucción de empleo que ello puede acarrear.

La periodista afirmó que no se sabe qué serán los niños y niñas cuando sean mayores, pero no porque quiera anticiparse al futuro, sino porque -según apuntó- aparecerán nuevos trabajos y desaparecerán las tareas más rutinarias en profesiones como la de médico o abogado. Los robots se encargarán de ello.

Ante esta incertidumbre, García Aller hace un llamamiento a los gobiernos para que «reinventen el sistema de prestaciones sociales», que está amenazado por estos cambios laborales, ya que «las jubilaciones se pensaron a los 65 años porque hace 100 era la esperanza de vida«. «Pero ahora -apostilló- no es ni siquiera tercera edad».

El paro no es el único problema que se presenta en el futuro, ya que la escritora considera que «la democracia está en riesgo» por la cantidad de noticias falsas que circulan por las redes sociales y que generan una sociedad en la que «nunca ha habido tanta gente desinformada que cree estar bien informada».

Además, el futuro que describe la periodista también aventura «cambios geopolíticos radicales» derivados de un planeta que ya no estará gobernado por el petróleo, pues «los combustibles fósiles que han hecho que se mueva el mundo en el siglo XX van a ir desapareciendo con las energías renovables».

Estas son algunas de las claves del futuro de un mundo donde habitarán más de 7.000 millones de personas y ello, para García Aller, está lleno de tantas «incertidumbres como posibilidades» producidas en grandísima medida por la tecnología.