El Partido Popular lanza un órdago al Gobierno socialista de Aragón por intentar construir con la ley de memoria democrática «su verdad oficial del pasado» e imponer un relato ideológico «de parte» en el que hay «buenos y malos» ochenta años después del inicio de la Guerra Civil.


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El diputado popular Miguel Ángel Lafuente ha comparecido hoy en rueda de prensa para dar a conocer las 85 enmiendas (una de ellas de devolución) que ha presentado el PP a la ley de Memoria Democrática, cuyo proyecto aprobó el Gobierno el pasado 18 de julio y que fue calificado por las Cortes, para su tramitación parlamentaria, una semana después.

El PP ha presentado una enmienda a la totalidad, con la que no se pretende «quitar» el texto, sino que se elabore «uno de verdad ecuánime, que no sea de parte» y que englobe a todas las etapas de la historia de Aragón.

«EXTREMISTA»

El Gobierno del PSOE-CHA, ha añadido Lafuente, pretende con este texto, que el diputado ha calificado de «extremista», cancelar cuestiones que para «su» relato resultan «incómodas».

Y es que, según el diputado popular, el proyecto aragonés, al contrario de lo que ha sucedido con el de otras comunidades, como la andaluza, «borra del mapa» cualquier tipo de agravio, muerte, tortura o violencia sufrida en la etapa de la Segunda República.

Ha explicado que la norma habla de estas situaciones en la exposición de motivos, pero después las suprime del articulado, y solo considera víctimas a quienes lo fueron «desde unas posiciones ideológicas muy concretas».

LAS ‘OTRAS’ VÍCTIMAS

El PP, ha añadido, no quiere «cancelar nada», sino incluir como víctimas a quienes «la izquierda más extremista de Aragón ha olvidado», es decir, a quienes en la Segunda República «votaron a opciones democráticas de centro derecha o liberales».

Con la ley, ha insistido, el PSOE pretende la «idealización extrema» del «régimen también convulso» de la Segunda República, y lo hace «a costa de la verdad».

Lafuente ha criticado especialmente que en una disposición adicional la ley plantee la derogación total o parcial de la ley de amnistía de 1977, lo que ha calificado de «completa anomalía«.

Para el diputado, el texto se ha construido al margen de historiadores y analistas y está redactado «de manera inquisitorial» y con «estilo agresivo«, desde la «intransigencia», el «oscurantismo» y el «dogmatismo».

Entre las enmiendas parciales, el PP plantea cambiar el título de «memoria democrática» por «memoria histórica» e incorporar al ámbito de la Segunda República y considerar víctimas a quienes lo fueron en este periodo.

Y también cambiar el día que se fija como de la Memoria Democrática, para sustituir el propuesto, el 3 de abril, día en el que en 1938 las tropas nazis bombardearon Alcañiz, por el 6 de abril, ya que ese día de 1936 se reunió en Caspe la primera comisión redactora del Estatuto de Autonomía.

Finalmente, el PP propone que los nombres de las calles que se pretenden suprimir cambien para honrar a las víctimas del terrorismo en Aragón.