El ‘tercermundista’ convoy encargado de unir la provincia turolense con Zaragoza comienza su recorrido a las 6.30 horas. Sin embargo, los maquinistas comienzan a trabajar a las 5 de la mañana.

Las pésimas condiciones del tren, y las temperaturas bajo cero que soporta Teruel al punto de la mañana, hace que los trenes tarden 90 minutos en tener los 16 grados de temperatura para los viajeros.

Y por ello, el personal de Renfe tiene que iniciar su jornada laboral una hora y media antes de la salida del tren. Y cuarenta minutos antes de su horario previsto.


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Y es la única solución que plantea Renfe al problema de calefacción en los ‘tamagotchi’. Una situación propia de un país tercermundista.

La Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Teruel denuncia a este periódico que la situación es «penosa» desde hace años. Y más aún, destacan, desde la decisión de Renfe de adelantar el horario de los trabajadores para calentar los trenes que «ellos son incapaces de mantener«.

Solicitan desde la plataforma reivindicativa que este tipo de convoy sea sustituido «de manera inmediata» por otro más competitivo. Entienden que otros trenes utilizados por Renfe, que conectan más provincias españolas, necesitan poco más de 15 minutos en calentarse mientras el Diésel 596 turolense precisa de 90 minutos.