La dirección de la planta PSA-Opel en Figueruelas (Zaragoza) ha comunicado hoy a los trabajadores la decisión de paralizar todas las actividades relacionadas con el nuevo Corsa, para cuya fabricación buscará una nueva factoría, y las inversiones de la planta de carrocería, que afectan a la línea 1.


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Así lo ha anunciado la secretaria de Industria de CCOO Aragón y miembro del comité en Figueruelas, Ana Sánchez, tras la reunión que responsables de la empresa han mantenido hoy con la comisión permanente de la negociación del convenio colectivo después de que ayer el comité decidiera suspender las reuniones ante la negativa de la dirección a estudiar sus propuestas.

LA FACTORÍA, EN EL AIRE

La postura de la empresa afecta a todos los proyectos futuros que tenía previsto emprender en la planta aragonesa, con repercusiones asimismo en la fabricación en la línea 1 del Aircross y Crosland, ha dicho Sánchez.

La decisión, según ha precisado, implica que la factoría de Figueruelas tampoco participará en proyectos futuros que pueda emprender el grupo, aduciendo falta de rentabilidad y de competitividad de la planta zaragozana.

Hoy mismo, ha explicado la líder sindical, la dirección ha comenzado a repartir una hoja personalizada a cada trabajador en la que expone la medida.

Una decisión «unilateral» que el comité de empresa alerta en un comunicado de que tendrá «consecuencias graves» para la plantilla y la industria aragonesa.

El comité ha instado a la empresa a que reconsidere su postura y acepte las condiciones de la plantilla para poder retomar las negociaciones y alcanzar un acuerdo de convenio que «garantice las inversiones y el futuro de la planta y que a la vez sea compatible con unas condiciones laborales dignas para los trabajadores».

Por su parte, la presidenta del Comité de Empresa de la planta Opel en Figueruelas, Sara Martín, ha asegurado que desconoce los motivos de la intransigencia de la dirección en la negociación del convenio.

Martín ha recordado que incluso en los momentos más críticos de la planta siempre ha habido marco para la negociación, mientras que ahora la postura adoptada ha sido una decisión «unilateral» de la empresa que implica la modificación del trabajo «del día» en la planta, sin aceptar negociar las propuestas de los trabajadores.

EL ASOMBRO DE SANTISTEVE

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha mostrado su asombro por la decisión de Opel España de paralizar inversiones en la planta de Figueruelas (Zaragoza) y de la fabricación del futuro Corsa, precisamente en «una de las más productivas de la compañía«.

Por eso cree que no hay «ninguna causa que justifique» dichas medidas, según se recoge en un comunicado.

El alcalde de Zaragoza expresa su apoyo a la plantilla y su preocupación «no sólo por las 20.000 familias que dependen directa o indirectamente de Opel, sino por toda la ciudad y todo Aragón».

Santisteve ha recordado además que cuando General Motors, anterior propietaria, «pasó por importantes dificultades económicas la DGA le avaló con 200 millones de euros para poder producir el Meriva, por lo que ahora Opel no puede desentenderse de su responsabilidad con la sociedad».

El alcalde ha enviado asimismo un mensaje de apoyo y solidaridad, de parte de todo el Gobierno de la ciudad, a toda la plantilla de Opel por «una despiadada estrategia de la multinacional por lograr rebajar las condiciones laborales».

Por su parte, el presidente aragonés, Javier Lambán, hacía hoy un llamamiento desde Teruel para reunirse con la dirección de la planta y el comité de empresa y valorar en conjunto la «gravedad» de la situación originada.

Lambán, que ha conocido la decisión durante una visita al Centro de Innovación en Bioeconomía Rural de Teruel, tachaba de «preocupante» y «muy desalentador» el anuncio dado a conocer hoy a los trabajadores, y advertía que «cualquier cosa que ocurra en Opel es determinante para el sector y el conjunto de la economía aragonesa».

LOS EMPRESARIOS, EN ALERTA

Los presidentes de CEOE y Cepyme Aragón, Fernando Callizo y Aurelio López de Hita, han mostrado su preocupación por la situación en Opel tras reunirse con el consejero de Hacienda del Gobierno de Aragón, Fernando Gimeno, quien ha advertido de las afecciones a la economía aragonesa si esa decisión se lleva a efecto.

El presidente de la patronal aragonesa (CEOE-Aragón), Fernando Callizo, preocupado también por el impacto que podría generar estos planes a la economía de la Comunidad ha expresado su confianza en que el anuncio forme parte de las medidas adoptadas con motivo de la negociación del convenio y que no sea «definitivo».

Noticia «preocupante», ha considerado Callizo, para la economía aragonesa, con afecciones «muy graves» si se frena la llegada de nuevos modelos del fabricante a Aragón, opinión compartida por el presidente de CEPYME, Aurelio López de Hita.

López de Hita ha incidido en la repercusión de la factoría como «locomotora» de la economía en Aragón, de la que dependen una gran cantidad de proveedores y de industrias auxiliares.

En cifras, el Clúster de Automoción de Aragón (CAAR), alarmado por la situación generada, ha destacado que la paralización de inversiones en la línea 1, donde se fabrican el Crossland y el Aircross, y la búsqueda de una planta distinta para el nuevo Corsa tendría implicaciones directas sobre una industria auxiliar formada por 200 empresas que dan trabajo a 25.000 personas.

Por esta razón, desde el Clúster, conformado por 61 empresas del sector automoción y 7 organismos autonómicos relacionados con esta producción, se considera necesario retomar las negociaciones del convenio para la planta de Figueruelas con el fin de conseguir un rápido acuerdo.