El final de la legislatura en la comunidad aragonesa promete ser enturbiada. La polémica del impuesto de Contaminación de las Aguas (ICA), que tiene en pie de guerra al Ayuntamiento de Zaragoza, a decenas de municipios del Pirineo, a colectivos sociales y a partidos políticos como Podemos e IU, está generando un auténtico dolor de cabeza al Gobierno de Javier Lambán.


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En el día de hoy, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha pedido a los grupos parlamentarios consenso para una «reforma radical» (y cuanto antes) del Impuesto de Contaminación de las Aguas (ICA).

E incluso ha admitido ser un impuesto «controvertido«, aunque no necesariamente «injusto» porque su filosofía es «correcta».

UNA MORATORIA «COMPLICADA» DEL ICA

Lambán ha expuesto la posición de su gobierno respecto al ICA, un problema «heredado» que no ha sido bien entendido por la ciudadanía, con «demasiadas sombras de duda» y sobre el que hay varias líneas abiertas para solucionarlo, porque como otros impuestos, es susceptible de reforma.

Pero esa reforma, ha advertido al líder de Podemos Aragón, Nacho Escartín, se debe acometer con «responsabilidad» y sin crear inseguridades jurídicas, y de acuerdo con la legislación y los principios constitucionales que rigen la fiscalidad.

La reforma del ICA es un compromiso del Gobierno con Podemos para la tramitación de los presupuestos de este año, pero Lambán -durante su intervención- ha incidido en que ya se han dado pasos «irreversibles«, como la aprobación del techo de gasto.

En ese aspecto, ha apuntado que la moratoria en la aplicación del ICA que reclaman Podemos y la Red del Agua Pública de Aragón parece desde el punto de vista legal muy complicada, a falta de los informes, lo cual no quita para que se llegue a un pacto para la reforma del impuesto.

DEPURAR EL ‘PLAN BONÉ’

Ha aseverado que su Gobierno, desde el principio, acabó con un plan de depuración «fracasado» y lo cambió por un sistema basado en la gestión de depuradoras por los ayuntamientos o la DGA, enteramente público.

Ha reclamado, además, que se deje de hacer demagogia con la solidaridad y de decir que los zaragozanos han pagado su depuradora y ahora se les pide un esfuerzo, porque sacar a miles de ciudadanos a las calles en contra de un impuesto «es una de las tareas más sencillas que cabe imaginar».

Pero la izquierda, ha dicho, debe tener cuidado con estos planteamientos porque se puede acabar con la cultura de la fiscalidad tan importante para hacer políticas progresistas.

El diputado de Podemos, Nacho Escartín, le ha recordado a Lambán que la reforma está en marcha por el acuerdo con su grupo para tramitar el presupuesto, ha pedido la suspensión cautelar del cobro del ICA por ser «injusto y oscuro» y ha justificado la comisión de investigación sobre el plan de depuración por la «posible corrupción» que puede haber detrás.

Una aseveración de la formación morada que continúa poniendo el acento en las responsabilidades políticas -y judiciales- de los responsables de un plan faraónico más que controvertido, cuyo principal artífice es Alfredo Boné (PAR).