Técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), del Instituto Geográfico Nacional y de Protección Civil de Aragón han confirmado hoy a los alcaldes de las comarcas de Valdejalón y Calatayud que la presa de Mularroya se está construyendo en una de las zonas con menor sismicidad de toda España.

En una reunión que ha tenido lugar hoy en La Almunia (Zaragoza) y en la que han participado también empresarios de la provincia, los especialistas han asegurado, indican fuentes de la CHE, que la presa estará ubicada en una zona calificada como de «muy baja peligrosidad sísmica«.


Publicidad


En concreto, el Instituto Geográfico Nacional (IGN), organismo encargado de elaborar los Mapas de Peligrosidad Sísmica, ha confirmado que el Mapa de Peligrosidad Sísmica de España revisado en octubre de 2015 describe de esta forma el emplazamiento del embalse de Mularroya.

Durante este encuentro, además, se ha informado a los alcaldes de que el embalse de Mularroya cumple la Norma de Construcción Sismorresistente de España del año 2002, que regula el cálculo de la sismicidad sobre una construcción.

Por otro lado, el Plan Territorial de Protección Civil de Aragón, en su mapa de riesgo sísmico, considera también la ubicación de la presa de Mularroya de peligrosidad sísmica muy baja.

SIN EVIDENCIAS CIENTÍFICAS

Desde la CHE añaden que a pesar de ello, y por un principio de prudencia, se ha analizado el contenido recogido en un reciente artículo de la Revista Sociedad Geológica de España, publicado en diciembre de 2017 con firma de varios miembros del Departamento de Geología de la Universidad de Zaragoza y con repercusión reciente en medios de comunicación que alertaba sobre el riesgo sísmico del embalse.

Estas aportaciones, se asegura en la nota de la CHE, se han realizado «sin una justificada metodología científica y no se ha presentado ninguna evidencia científica de la existencia de una falla con actividad sísmica durante al menos los últimos 10.000 años».

Y agregan que no se han registrado afecciones por ningún tipo de actividad sísmica en las presas romanas que permanecen en el entorno desde hace más de 2000 años: en Muel, a 24 kilómetros de La Almunia de Doña Godina, y en Almonacid de la Cuba, a 50 kilómetrs.

Al encuentro habían sido convocados los alcaldes de Salillas, Rueda, Ricla, Lucena, Épila, Calatorao, La Almunia de Doña Godina, Plasencia, Bardallur, Bárboles, Pleitas, Grisén, Alagón, La Joyosa, Torres de Berrellén, Urrea de Jalón, Calatayud, Lumpiaque, Chodes, El Frasno, Saviñán y Embid de la Ribera, además de las comunidades de regantes.

UNA OBRA «CLAVE»

Las obras de la presa de Mularroya, declarada de interés general e incluida en el Pacto del Agua de Aragón, es clave para el mantenimiento del sector agrícola del bajo Jalón, ya que tiene como objetivo incrementar la regulación del río y mejorar la garantía de suministro para el regadío del medio y bajo Jalón y para el abastecimiento y usos industriales, lo que permitirá fijar la población del entorno.

Desde el organismo de cuenca precisan que, además, la presa asegurará el caudal de mantenimiento del río Grío e incrementará la capacidad de laminación de las avenidas, lo que reducirá el riesgo de inundación de las poblaciones situadas aguas abajo del embalse.

Actualmente se ha alcanzado 75 metros de altura del cuerpo de presa y se está trabajando también en la excavación del aliviadero y en la construcción de la variante de carretera, de 7,1 kilómetros de longitud, para reponer los tramos que inundará de las carreteras N-IIa y A-2302.