Si en mayo de 2015 me hubieran advertido de lo que iba a pasar a estas alturas de legislatura en el Ayuntamiento de Zaragoza, no habría dado crédito.

Aunque éramos rivales electorales, reconozco que fui uno de los miles de zaragozanos que pensábamos que con Zaragoza en Común en el Gobierno se abría una nueva etapa para la ciudad. Algo que, como todos sabemos, no ha llegado.

Es verdad que pronto me llevé la primera decepción cuando rechazaron un acuerdo para la investidura del alcalde, y posteriormente un acuerdo de gobernabilidad desde la izquierda para dar estabilidad a la acción de gobierno durante toda la legislatura.

Algo que achaqué a la inexperiencia y a la embriaguez postelectoral, fruto de un inesperado éxito en las elecciones.

Con el paso del tiempo, resulta evidente que esta funesta decisión condenó la legislatura, que pudo haber sido la más progresista en la historia democrática del Ayuntamiento de Zaragoza.

Sin embargo, se ha convertido en un fiasco que recordaremos (y lamentaremos) durante décadas.

«El gobierno de ZEC se ha convertido en un fiasco que recordaremos (y lamentaremos) durante décadas»

Mirando hacia atrás, los pocos acuerdos que hemos alcanzado me parecen un auténtico milagro, como lo es que Zaragoza haya tenido Presupuesto todos los años.

Desde Chunta Aragonesista hemos tenido que emplearnos a fondo para impulsar pactos de izquierdas, a pesar de que la relación tóxica entre ZEC y PSOE lo hacía casi imposible.

Y es precisamente con el Presupuesto de 2018 en el aire (aunque CHA hemos dejado claro que no corre peligro), cuando Pedro Santisteve ha tomado una de las decisiones más antidemocráticas de la historia del Ayuntamiento: reducir a la mínima expresión la representación de la oposición en las sociedades municipales.

Lo que quiere decir, hablando en plata, que ZEC dispondrá de más de 70 millones de euros para gastarlos sin ningún tipo de control.

Desde que conocimos la decisión, Chunta Aragonesista se ha posicionado rotundamente en contra. Nuestra respuesta a la cacicada no se ha hecho esperar: hemos abandonado todas las sociedades y patronatos hasta que el Gobierno rectifique.

Además, votaremos a favor de que Santisteve se convierta en el primer alcalde reprobado de la historia de Zaragoza.

«ZEC dispondrá de más de 70 millones de euros para gastarlos sin ningún tipo de control»

Queda más de un año para las elecciones, pero la legislatura ya está muerta. Santisteve ha roto los pocos puentes que mantuvo intactos en mayo de 2015.

Si ha sido complicado llegar a acuerdos, a partir de ahora será prácticamente imposible.

Pero lo más imperdonable es haber jugado con la ilusión de tanta gente que soñábamos con el cambio, un sueño que Zaragoza en Común ha convertido, en sólo tres años, en una pesadilla.

*Carmelo Asensio es portavoz de Chunta Aragonesista en el Ayuntamiento de Zaragoza