Sin entrar ahora en detalles sobre lo que fue aquella infame moción de censura del 93 -gracias a la cual el socialista José Marco llegó al Pignatelli, a lomos de un tránsfuga del PP– no recuerdo en 30 años de oficio en esto del periodismo una etapa de crispación política en Aragón, similar a la que se vive estos días en el Ayuntamiento de Zaragoza.

El golpe de mano de Pedro Santisteve, a la desesperada y a la venezolana, para tomar el control de las sociedades municipales de forma omnímoda desde su exigua minoría, ha cogido a la oposición con el pie cambiado.

A pesar de que en los pasillos y despachos de la casa consistorial es harto difícil conspirar sin dar el cante o sin que alguno de los conjurados -los hay que son verdaderos maestros en el arte de la indiscreción- se vaya de la lengua.

Y mientras se lamen las heridas, tratando de aparentar una unidad que no existe, los damnificados buscan fórmulas -o al menos hacen ver que las buscan- para evitar, eso dicen, que los comunes de Zaragoza se acaben saliendo con la suya.

«No recuerdo en 30 años de oficio en esto del periodismo una etapa de crispación política similar a la que se vive estos días en el Ayuntamiento de Zaragoza»

Se habla incluso de una posible maniobra a la catalana del Gobierno de Rajoy -como si éste no tuviera bastante con lo que tiene encima- para que sea el Constitucional el que deje en suspenso la ‘machada’ del alcalde, admitiendo a trámite -cosa que está por ver- un hipotético recurso contra el ‘Santistevazo’.

Sin embargo, me da que las supuestas fragatas de combate que se atisban en el horizonte son en realidad barquitos de recreo con cañones de playmobil; porque a nadie escapa que a un año vista de las próximas elecciones municipales y autonómicas, por encima del interés de los ciudadanos con el que algunos tanto se llenan la boca, están los intereses propios de los diferentes partidos, cuyos dirigentes se han puesto ya en ‘modo electoral’.

Por eso, aquí no habrá moción de censura, ni gaitas. En todo caso, yo hago como que te pego y tú haz como que te caes. Y poco más. Sencillamente, porque lo último que desean ahora mismo los aspirantes a relevar a Santisteve en la Alcaldía es convertir en mártires a los villanos, cuando parece -o eso creen- que a estas alturas de la película ya está todo el pescado vendido.

Partido Popular, PSOE, Ciudadanos y Chunta -Fuenteovejuna, todos a una- dan por finiquitada la legislatura, convencidos de que Zaragoza en Común se precipita sola hacia el abismo, sin necesidad de que nadie la empuje.

«Lo último que desean ahora mismo los aspirantes a relevar a Santisteve en la Alcaldía es convertir en mártires a los villanos»

Por eso, aunque el fuego cruzado va a continuar en la plaza del Pilar durante los próximos meses, tengo para mí que la mayoría de las balas en la refriega serán balas de fogueo, a la espera de que el fruto caiga solo, de tan ‘maduro’ como ahora dicen que está quienes plantaron el árbol en 2015 y aún lo siguen regando, después de que el jardinero del Pignatelli se niegue a cortarlo de raíz, no vaya a ser que sea él quien se quede sin sombra.