El 12 de mayo de 2010 Zapatero anunció un recorte histórico del gasto social. Bajaba un 5% el sueldo de los empleados públicos y congelaba las pensiones. Había entonces un millón de parados más (se dice pronto) y la brecha salarial de género, hoy tan de moda, también era mayor.

Pero ello no parecía importar a muchos sindicalistas y agitadores profesionales, algunos distraídos en repartirse EREs y gambas, que no encontraban tantos motivos para animarnos a salir todos los días a la calle hasta… que Zapatero hizo las maletas.


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Fue entonces cuando nuestros «líderes sociales» pusieron pilas a sus megáfonos y solo en 2012 convocaron el triple de manifestaciones que en 2010. Aquel año organizaron más manifestaciones que en los tres años anteriores juntos, años que, recordarán, fueron los annus horribilis de la destrucción de empleo.

José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno de España / EFE

Aun en 2016 (últimos datos oficiales disponibles), superado ya lo peor de la crisis, convocaron más que en cualquier año de la legislatura del buen rollo y de los brotes verdes. Es a lo que nos lleva el sectarismo y eso que llamamos posverdad, a atacar al bombero en vez de al pirómano.

Hoy muchos huelen a elecciones y los estrategas electorales han llamado a sus sindicalistas, actores afines y agitadores bienpagados, conductores de rebaños e ideólogos de 140 caracteres, y se han puesto manos a la obra: a imponer nuestro relato y ganar la calle, han dicho.

«Es a lo que nos lleva el sectarismo y eso que llamamos posverdad, a atacar al bombero en vez de al pirómano»

Como el empleo crece y apenas hay desahucios, y lo de la memoria histórica no tiene share, la progresía y apegados buscan nuevos temas para que dejemos de mirar a Cataluña o que nos desenganchemos de OT y nos levantemos del sillón.

Para ello piensan en la doble condición que ha de reunir un tema si lo quieres convertir en eje del debate social: que afecte a grandes colectivos (mujeres y mayores por ejemplo) y que sea una causa justa (como la igualdad o el bienestar social). ¡Voilá!: la brecha y las pensiones.

Ya tenemos temas para salir todos a la calle y protestar contra el gobierno. De las pensiones ya hablamos hace tiempo (aquí y aquí) así que hoy me pregunto por la brecha salarial.

Para valorar este gap se considera el salario por hora trabajada de las encuestas de estructura salarial del INE. El último dato publicado revela la menor diferencia de los últimos 8 años. La brecha que hoy conocemos es menor que la que hubo en cualquier año de la legislatura socialista 2008-2011. ¡Gran motivo para la huelga!

«Cuando la derecha está en el poder, la izquierda está en la calle»

Entonces… ¿por qué protestamos justo el año en que menor es? Como me recordaba un viejo y sabio compañero: “cuando la derecha está en el poder, la izquierda está en la calle”. Los datos le dan la razón, hay que ir calentando urnas.

Prepárese para un año de protestas y de insoportables postureos. Es lo que toca, mucha samba y poco trabalhar.