La elección del zaragozano Román Escolano como nuevo Ministro de Economía supone primar el perfil técnico y el alcance europeo de una figura ajena al Partido Popular que se ganó la confianza del presidente del Gobierno tras su papel activo para evitar el rescate completo de España, en 2012.

Ese año fue nombrado presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO) desde donde trabajó en estrecha colaboración con su predecesor en el cargo, Luis de Guindos, a quien acompañó en sus giras internacionales para tratar de tranquilizar a los inversores ante el acoso que sufría la deuda española en los mercados.

Con el país al borde del rescate, las subastas de deuda española supusieron una prueba de fuego en la que la actuación de la banca pública fue determinante, ya que se dedicó a atesorar deuda de la que se fue deshaciendo cuando la situación volvió a mejorar.


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Nacido en Zaragoza en 1965, Escolano pertenece a la élite del funcionariado, ya que forma parte del Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado desde que en 1989 fue el número uno de su promoción.

A pesar de su falta de proyección política, su nombre figuraba en las quinielas para ministro y su nombramiento supone que Rajoy ha optado por no encumbrar a nadie del PP, de lo que cabe presuponer que Escolano no se decantará por ninguna familia dentro del partido ni colisionará con el Ministerio de Hacienda.

LA RELACIÓN CON EL PP-ARAGÓN

Sin embargo, su figura política ha destacado en distintos actos del Partido Popular. En concreto, ha mantenido una buena relación con el PP de Aragón durante los últimos años. El nuevo ministro de Economía ha estado presente como ponente en varias escuelas de verano de la formación conservadora en la ciudad de Tarazona. El municipio que gobierna el actual líder del PP de Aragón, Luis María Beamonte.

Beamonte, en un acto celebrado ayer con las asociaciones de autónomos, se refirió a Escolano como un “zaragozano que todos conocen, una persona cualificada, preparada y comprometida con su tierra”. Y destacó su “buena función” cuando gestionó el ICO, con las “diferentes actuaciones para con el conjunto de los municipios en la financiación que ha habido a través del ministerio”.

Además, Beamonte señaló la buena relación que ha mantenido con el nuevo ministro, así como la cercanía que ha mostrado con su tierra en las escuelas de verano de los populares aragoneses.

UNA DILATADA CARRERA EN LA ADMINISTRACIÓN

El no ser una cara conocida para la sociedad supone un reto añadido para el nuevo ministro, que deja hoy el cargo de vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI), donde ha sido responsable de la supervisión de las operaciones y actividades de la entidad en España, Portugal, países del Magreb y Latinoamérica.

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Escolano llegó al BEI en 2014, después de que Magdalena Álvarez presentara su dimisión a raíz de su imputación en el caso de los ERE en Andalucía.

Dentro de sector público, ya había ocupado algunos puestos relevantes como el de director del Departamento de Economía del Presidente del Gobierno durante la segunda Legislatura de José María Aznar entre 2000 y 2004, años en los que también fue miembro de los Consejos de Administración de Correos, FEVE y del ICEX.

Además, ha sido asesor del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Javier Arenas (1998 y 1999), director de la Oficina Comercial de la Embajada de España en Tailandia (1992-1997) y asesor del secretario de Estado para las Comunidades Europeas (1991-1992).

De su actividad en el sector privado destaca su puesto como director de Relaciones Institucionales del BBVA, entre 2006 y 2011.

Habla inglés y francés, es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid y realizó el Programa de Alta Dirección de Empresas del IESE (PADE).

ALMA ARAGONESA

Está casado y tiene tres hijos. Quienes le conocen dicen que es afable y de buen trato, y que siempre ha ejercicio de aragonés.

Su padre, que también se llama Román Escolano, fue empleado de Ibercaja y es conocido en Aragón por haber sido un gran aficionado al arte que donó, su colección de grabados, una de las más importantes de España, al Gobierno autonómico que la conserva en el museo Pablo Serrano de Zaragoza, según ha publicado la prensa regional