El Gobierno de Aragón ha activado todos los resortes para prever los daños de la riada que se espera en los próximos días. La magnitud de ésta, en palabras del consejero de Presidencia, Vicente Guillén, es similar a la riada del año 2015.

En aquel año, la crecida del Ebro entró en Cataluña tras anegar 45.000 hectáreas aragonesas y dejar 50 millones en pérdidas. Un hecho que todavía se recuerda con dolor en los pueblos aragoneses de la ribera del Ebro.


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El consejero Guillén ha presidido esta mañana la reunión del Centro Operativo de Emergencias (CECOP) en la sede del Gobierno de Aragón. En ella se ha declarado el nivel 2 del Plan de Emergencia Territorial de Protección Civil.

Por otro lado, se ha acordado solicitar a la Delegación del Gobierno en Aragón la activación de la Unidad Militar de Emergencias para planificar, una vez esté dispuesta, los puntos de despliegue. Según ha podido saber este periódico, la Delegación del Gobierno ha dado instrucciones para que desde esta misma tarde se establezca un operativo en los pueblos que presentan mayores probabilidades de inundación.


Según Guillén, será una riada «con consecuencias similares» a la de 2015, de ahí que el objetivo prioritario ahora sea el control sobre las principales poblaciones afectadas (Novillas, Pradilla y Boquiñeni). E incluso, en palabras del consejero Guillén, «se pide máxima alerta y colaboración a la población».

SOLUCIÓN Y PREVISIÓN

Durante la tarde del jueves se está llevando una planificación con los alcaldes de los pueblos afectados para concretar las actuaciones a llevar a cabo. Con el objetivo de salvaguardar las personas, los bienes y las infraestructuras.

Así, según ha informado la directora general de Interior, María Ángeles Júlvez, está previsto evacuar las granjas y el ganado de instalaciones que por su proximidad a la zona de inundación puedan verse en peligro.

Mañana, cuando está previsto que la cresta de la crecida llegue a la primera población ribereña de Aragón, Novillas (15.00 horas), volverá a reunirse el CECOP para planificar las acciones con vistas a la avenida que llegará a Zaragoza la madrugada del domingo.

Júlvez ha señalado que es un tiempo suficiente para llevar a cabo una «planificación ordenada» de las acciones.

El problema, según la directora general, es que en la Comunidad autónoma ha dejado de llover pero no lo ha hecho en Navarra, donde se han acumulado hasta 100 litros por metro cuadrado de precipitaciones, y el suelo en Aragón está saturado y la laminación que ejercen los embalses ya no es efectiva, además de que es una riada que llega de forma rápida.


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Por el momento las motas no presentan afecciones, según ha trasladado la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), y ha informado al respecto de que tanto el Departamento de Agricultura como la Diputación Provincial de Zaragoza están en contacto con el organismo de cuenca para prestar el apoyo necesario.

Respecto al cauce de otros ríos que ayer presentaban problemas de desbordamiento como el Arba de Biel y el Arba de Luesia o el Jalón, Júlvez ha señalado que los tres ríos están de bajada y que el Gállego no ha superado los 400 metros cúbicos por segundo para los que está preparada la mota de contención.