El Palacio de la Aljafería ha sido el marco perfecto para la celebración institucional del día de Aragón. Un acto que ha estado protagonizado por los premiados, con marcados discursos políticos -e incluso con notables contrastes entre éstos- y con connotaciones reivindicativas.

Un altavoz de lo que es Aragón, o al menos, lo que buscan la mayoría de nuestros dirigentes en el futuro.


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El discurso central del acto le ha correspondido al presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán.

El líder autonómico ha querido centrar su intervención en el principal reto que debe responder Aragón, y por extensión el resto del país, como es la deriva nacionalista con especial énfasis en el separatismo catalán tras la declaración unilateral de independencia.

Lambán, en un inicio, hizo un resumen político de su mandato ensalzando, mayoritariamente, la fortaleza económica de Aragón. Principalmente, el crecimiento económico de Aragón, por encima de la media, y las buenas cifras de empleo en la comunidad.

Por otro lado, y haciendo referencia a la deriva secesionista de Cataluña y sus réplicas nacionalistas en otras comunidades, Lambán defendió con contundencia el papel de Aragón en la fundación de España, y por tanto, -entiende- en el crucial papel que debe desempeñar en un futuro como garante de la unidad del territorio español.

LA RESPONSABILIDAD DE ARAGÓN

El presidente de Aragón entiende que como parte fundadora de España, la comunidad aragonesa debe desentrañar un papel fundamental de cohesión territorial. «Somos españoles, porque antes fuimos aragoneses«, dijo Lambán.

«Es imposible celebrar el día de Aragón sin sentir a España en el corazón«, decía Lambán.

Es por ello que el líder aragonés defiende la responsabilidad compartida, y añadida, con el resto de las comunidades que impulsaron la nación española. «España es un gran país, nuestro devenir está ligado a España, y somos una parte esencial de su fundación», matizaba Lambán.


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Junto al discurso nacional, el presidente aragonés exhibió su creencia aragonesista de manera escueta. Lambán entiende que si «Aragón respiró con fuerza de gigante en la Edad Media tiene que volver hacerlo«, y ello, según Lambán», será gracias al Estado de las Autonomías, y en particular, del Estatuto de Autonomía.

«El autogobierno ha sentado de maravilla a Aragón«, ha sentenciado el presidente Lambán.