Son parte del mejor patrimonio mudéjar de Zaragoza. Olvidados durante décadas, e incluso siglos, los Baños Judíos de la ciudad de Zaragoza serán en pocos meses recuperados por el Ayuntamiento como espacio museístico.

Se convertirán en un lugar dónde conocer la historia y la riqueza cultural de una ciudad que otrora tuvo un esplendor más que reconocido.


Publicidad


Los baños judíos, desconocidos para la mayoría de zaragozanos, se encuentran entre las paredes del sótano de un edificio situado en la calle Coso de Zaragoza. Concretamente, en el número 126-132.

El Ayuntamiento de Zaragoza, hace pocas semanas, logró un acuerdo con la comunidad de vecinos y la DGA para fijar un justiprecio -por un valor de 70.108,79 euros– que permita la expropiación de los Baños Judíos.

El objetivo es conocer la historia y la riqueza cultural de una ciudad que otrora tuvo un esplendor más que reconocido / HOY ARAGÓN

Podrán visitarse a principios del año 2019 / HOY ARAGÓN

De influencia hispano árabe, los baños Judíos de Zaragoza datan del siglo XII / HOY ARAGÓN

Una vez adjudicada la propiedad al Ayuntamiento, los servicios técnicos del mismo están trabajando para hacerlo visitable a principios del próximo año. El conjunto patrimonial está catalogado como Bien de Interés Cultural.

SIGLOS DE HISTORIA

Son conocidos como Baños Judíos por la importante comunidad judía que acudía a dichos baños públicos. Sin embargo, según el historiador del arte y académico Juan Carlos Lozano, «eran propiedad del rey de Aragón y se arrendaban a distintas comunidades».

Sin embargo, los baños judíos -también conocidos como baños del rey- no tienen una arquitectura judía predominante, si no que pertenecen a la tradición hispanoárabe con influencias mudéjares.

La conservación de los baños judíos ha tenido altibajos durante los últimos siglos. El momento más crítico fue en la década de los 60, durante la construcción de un edificio en el solar donde están ubicados.

El arquitecto, sensibilizado con el patrimonio artístico de los baños judíos, decidió conservar parte de ellos. Y por tanto los resguardo entre las paredes del sótano del edificio situado en la calle Coso de Zaragoza. Concretamente en el número 126-132.

En la actualidad, se conserva sólo una parte de aquellos baños: una sala, sensiblemente rectangular, dispuesta a modo de claustro. Las bóvedas, que tenían iluminación central, están construidas en ladrillo, salvo las columnas, con sus bases y capiteles, que son de alabastro.


Publicidad


Esta parte será la recuperada por el Ayuntamiento de Zaragoza y preparada para ser centro cultural y turístico.

Los Baños Judíos de Zaragoza aparecen ya citados en diversos documentos del siglo XIII, siendo su referencia más antigua de 1266.

Están ubicados en lo que en aquella época se denominaba ‘Judería Abierta’, frente al denominado Castillo de los Judíos, cuyo emplazamiento se ubicaba en el solar donde actualmente se encuentra el Real Seminario de San Carlos, y que cumplía las funciones de cárcel, sinagoga mayor, hospital y carnicería.