Ya no estamos de moda. Y ojo, que lo digo con suspiro y todo.
Somos esa generación, que antes de que algún sociólogo en Harvard acuñara el término millenial, aquí en España nos llamaban: generación NINI. Ni estudian, ni trabajan.
Vamos, es la forma más bonita de llamarnos vagos y malcriados sin dañar nuestro ego juvenil.
Los millenial o ‘generación Y’, son aquellos jóvenes nacidos entre 1982 y 1995. Los que empezamos a desarrollar pulgares de vértigo gracias a la Gameboy, alucinamos con Leticia Sabater antes de convertirse en fenómeno freak y cantábamos «Oliver, Benji, los magos del balón…».
Estudiar una carrera universitaria, irnos de Erasmus, viajar, sacarnos un MBA, triunfar profesionalmente y la búsqueda de la experiencia eterna son nuestra bandera y nuestro himno.
Pero esto ya no vale. Nuestra época dorada, nuestros años de gloria fueron eclipsados por la crisis y ahora somos como los niños rotos de Hollywood: pasados o a punto de pasar los 30 tacos e insertados, de aquellas formas, en el mercado laboral.
Eso sí, peleando duro con la generación Youtube.
«Nuestros años de gloria fueron eclipsados por la crisis y ahora somos como los niños rotos de Hollywood»
Y ya están aquí… aquellos a los que les robábamos los tazos en el recreo pensando que nunca iban a crecer ahora resulta que ya están cumpliendo 18 años y claro, también le han puesto nombre a su generación: Centennial o los Zetas.
Lo que les faltaba, con la crecida que llevan que se creen super héroes influencers…
Pues eso, los Zetas. Aquellos nacidos sobre el año 2000 (ojo que no conocieron las pesetas ni para comprarse Pelotazos, ¡qué ricos los pelotazos!). Egocéntricos, nativos digitales de verdad, buscan el éxito personal y para mí, tienen algo que va, puede salvar al mundo del desastre: La pasión.
Ellos no lo saben todavía, pero van a crear nuevos trabajos que ni siquiera existen pasando por alto la palabra profesión pues trabajaran con amor, dedicación y vocación.
Inventarán trabajos como ya lo están haciendo: Youtuber, Gamer, Blogger, Influencer…
«Los Zetas van a crear nuevos trabajos que ni siquiera existen»
Trabajarán en aquello que más les gusta y esto revolucionará el mercado y nos demostrará, una vez más, que la cuarta revolución industrial no es industrial, es pasional.
Zetas, tengo fe en vuestro talento, no lo dejéis pasar.
*Jano Cabello es emprendedor y entrenador de marca personal.