El propietario de una granja de cerdos de Villafranca, en Zaragoza, está siendo investigado. El motivo que centra la investigación es la muerte de 94 cerdos durante la última crecida del Ebro.

Se le imputa un posible delito de abandono de animales, según fuentes de la Guardia Civil.

El partido político Pacma fue el primer denunciante de la lamentable situación de los animales en la granja durante la crecida del río. Las imagenes dieron la vuelta a medio país.


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La investigación pivota en el artículo 337 bis del Código Penal, que castiga con uno a seis meses de prisión (hasta 54.180 euros de multa) a quien abandona un animal “en condiciones en que pueda peligrar su vida o integridad”.