El Ayuntamiento de Zaragoza ha cumplido con el objetivo de estabilidad presupuestaria al cierre del ejercicio 2017, según lo ha constatado el último informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) que, además, prevé que la ciudad volverá a cumplir positivamente con este indicador en 2018.

Esta situación permitirá que el Consistorio pueda destinar por primera vez en siete años el remanente de tesorería, que asciende a más de 8,7 millones de euros, a inversiones sostenibles al no estar ya obligado a dedicar el superávit a reducir su deuda.

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El equipo de Gobierno local ha acordado destinar la partida a medidas como la mejora de los parques, del equipamiento de la Policía Local, del alumbrado o de las vías de la ciudad, sin embargo someterá esta distribución a debate con el resto de los grupos municipales.

Además de cumplir con el indicador de estabilidad presupuestaria, el Ayuntamiento de Zaragoza ha mejorado otros parámetros que supervisa el Ministerio de Hacienda como la regla de gasto o el nivel de endeudamiento.

En este sentido, la capital aragonesa ha reducido su nivel de endeudamiento del 124 por ciento de 2015 a menos del 100 por ciento, cuando el límite legal está situado en el 110 por ciento.

Asimismo, ha rebajado la deuda en más de 130 millones de euros, que ha pasado de los 856 millones de 2015 a 726, una reducción que desde el equipo de Gobierno municipal consideran que ha sido posible a pesar de los 95 millones de euros que han pagado como resultado de distintas sentencias judiciales.