El recién elegido presidente de la comunidad autónoma de Cataluña, Quim Torra, del partido ‘Junts per Catalunya’, fue una de las cientos de personas que protestaron enérgicamente contra la devolución de los bienes de Sijena.

En la puerta del Museo de Lérida, el pasado mes de diciembre, el -ahora- presidente de la comunidad catalana -y por aquel entonces diputado en el Parlamento catalán- se enfrentó directamente a los Mossos d’Esquadra que protegían el dispositivo judicial para asegurar el buen traslado de los bienes aragoneses.


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Torra fue uno de los activistas concentrados, que incluso llegaron a ser desalojados por la fuerza por los antidisturbios ante la negativa de abandonar los alrededores del Museo.

Los manifestantes cortaron la principal vía de acceso al museo, la rambla de Aragón, al grito de “el museo no se toca” y “fuera fuerzas de ocupación”.

En el interior se encontraban funcionarios del complejo museístico, un perito judicial, técnicos culturales del Gobierno de Aragón y personal de la empresa contratada para el transporte. Así como la Guardia Civil para garantizar el mandato judicial.