El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, cree que los problemas que arrastra la gestión de la sociedad Ecociudad y las sucesivas querellas contra el Gobierno de Zaragoza en Común impulsadas por su gerente, Miguel Ángel Portero, a raíz de su cese, están vinculadas con el Impuesto de Contaminación de Aguas.

Así lo señaló el alcalde en declaraciones a los periodistas con motivo de la última querella por prevaricación administrativa que ha presentado Portero y que ha sido admitida a trámite y que ha derivado, denunció Santisteve ayer, en la publicación de «mucha mentira, mucha falsedad, mucha intoxicación, manipulación y falta de rigor a la hora de contar las cosas».

El alcalde avanzó que, aunque prospere la querella, e incluso sea condenatoria, «no caben futuribles» respecto a posibles ceses. Sino que el equipo de Gobierno de Zaragoza en Común «va a continuar con la política de transparencia, caiga quien caiga» y para aportar luz sobre el ICA, a su juicio, «temas íntimamente relacionados».


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Con motivo de una visita a la sede de la antigua Imprenta Blasco para su futura conversión en espacio museístico, Santisteve se preguntó «por qué están tan nerviosos algunos que no han permitido a este Gobierno investigar en el seno de Ecociudad«.

«Cada vez que tiramos de la manta y se producen avances nos sale un culebrón», denunció el alcalde quien, no obstante, ha asegurado que confía en la profesionalidad de los jueces de instrucción, que, además, según sus palabras, «no han dado el paso» de imputar o investigar a ningún miembro del Gobierno municipal.

El alcalde recordó que éste es el tercer procedimiento que Portero lleva contra el Ayuntamiento y que todos han sido desestimados, al igual que los cinco delitos de los que se le acusaba y que, criticó, «vuelven a salir en esta querella».

Santisteve cuestionó asimismo que se haga «tanto aspaviento» porque un cargo de confianza, que durante 15 años ha sido la persona «que más ganaba, (80.000 euros)» en el Ayuntamiento, «se sorprenda por un cese legalmente establecido y al que ningún registrador de la propiedad ha puesto ningún reparo».

Según el alcalde zaragozano, que un contrato de alta dirección no pueda ser objeto de cese por el presidente de la sociedad es «algo inaudito» como lo es, explicó, que no se haya podido contar a la ciudadanía «lo que ha podido suceder desde la encomienda de gestión a Ecociudad en 2012» o que una comisión de investigación «intente velar lo que pudiera descubrirse».