El candidato a liderar el Partido Popular, Pablo Casado, armó su equipo, proyecto y aspiración en una cena con siete militantes de partido. Y ahí estaba Mario Garcés (Jaca, 1967) para asesorarle en la ardua tarea por conquistar el corazón de una militancia dañada tras la moción de censura de Pedro Sánchez al gobierno de Mariano Rajoy.

Mario Garcés es de dialéctica sincera. Y plasma un compromiso político que escapa de balanzas caciquiles para situarse en el debate de las ideas. Y lo tiene más que claro: Pablo Casado es la autentica renovación del Partido Popular.

En plena segunda vuelta del proceso de primarias que emprenden los populares, Garcés atiende a HOY ARAGÓN para valorar las posibilidades de la candidatura de Casado, para enjuiciar las presiones del aparato condicionando candidaturas o para reflexionar sobre la encrucijada ideológica del proceso de primarias.

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¿Se puede hablar de éxito democrático en la primera vuelta de las primarias del PP?

El balance interno es satisfactorio. Principalmente, porque se haya implantado por primera vez la cultura de la representación directa. En la que los afiliados tienen la capacidad de manifestar voluntariamente su posición sobre quien puede ser el presidente del partido es algo que hay que celebrar. Una vez puesto en practica el modelo, se ve que es mejorable.

¿Qué carencias ha notado en el proceso?

Hay diferentes modelos de primarias. Si tomamos el abanico completo de otros procedimientos en otros países desarrollados vemos que hay diferencias. Por ejemplo, a mí algo que me gustaría cambiar es el modelo de preinscripción para votar.

Es un modelo que al final crea un obstáculo. Lo lógico es que cualquier afiliado del PP no tuviera que inscribirse sino que simplemente acudiera a su sede, con previa comprobación de que está al corriente de pago, vote. Si no es un desincentivo porque tienes que hacer una gestión.

Y, respecto al debate, soy partidario de que haya un debate entre candidatos. Creo que no puede ser que el voto de un compromisario se forme sin que haya habido un debate de impresiones sobre el futuro de la organización y el futuro y presente de las ideas respecto a la sociedad.

¿Hasta qué punto el aparato del partido influye en el voto?

En la segunda vuelta, el voto de los compromisarios es secreto. Así que votarán, espero, con plena libertad. Si que es cierto que hasta ahora el aparato ha tenido influencia. Basta con ver en Andalucía la presión que se ha producir a determinados afiliados.

Es una situación que me produce tristeza, que alguna candidatura se haya beneficiado gracias a las llamadas para pedir el voto. Las llamadas del aparato sólo sirven para mantener el status quo. Las primarias son una batalla de ideas, y no de sillas. Y sí, ciertos aparatos regionales buscan una batalla de sillas y no de ideas.

Los aparatos del partido en las comunidades o provincias han ejercido presión durante las primarias, y también mucho antes. La candidatura de Pablo Casado se formó hace quince días. Me reuní con Pablo (Casado) ese día con un boli y un papel en blanco.

Las otras (candidaturas), una de ellas es casi al completo el aparato del partido de los últimos años y la otra es una buena parte del aparato del gobierno de Mariano Rajoy.

«Las llamadas del aparato sólo sirven para mantener el status quo. Las primarias son una batalla de ideas, y no de sillas»

¿Y Casado fue capaz de pasar el corte de la primera vuelta sin ninguna presión del aparato?

Ninguna. Con el tiempo habrá que estudiar como en un proceso de formación de candidaturas, Pablo Casado consiguió casi ganar, sin el aparato del partido, sin el aparato del gobierno. El motivo principal es que estábamos, y estamos, librando la batalla de las ideas del Partido Popular.

El candidato Pablo Casado ganó en Aragón, a pesar de las presiones del aparato.

Desde una lectura crítica, debemos de preguntarnos cómo una candidatura nueva ha ganado en Aragón. Es una reflexión que debe hacerse, desde la estructura del partido hasta los militantes. En Teruel es una victoria rotunda de Pablo Casado. Y en Huesca, a pesar de ciertas posiciones, ha vencido Casado. Es en Zaragoza donde ha vencido María Dolores de Cospedal. Y por qué negarlo, es donde más actuación activa ha habido por parte del aparato del partido.

«La estructura del partido debe preguntarse cómo una candidatura nueva ha ganado en Aragón»

¿Habrá las mismas presiones a los compromisarios para influir en el voto en la segunda vuelta?

Espero absoluta neutralidad. Como liberal convencido, me resulta inconcebible que haya estructuras regionales que señalen a un candidato. Es la democracia orgánica de hace 50 años.

Y confío en que Casado vuelva a ganar en Aragón. ¿Sabes por qué? Es capaz de generar ilusión. Es una nueva forma de hacer política, no vinculada a cargos ni mantenimiento del status quo. Es una recuperación completa de los valores e ideales del PP. Los que apuestan por la candidatura de Pablo Casado quieren un partido de valores y no de puestos, y si ha ganado en Aragón es porque una gran masa de militante piensa eso.

Mira, viajando por Huesca en una especie de road show, me encontraba a afiliados que me decían que era la primera persona que iba a su pueblo en dos años. Por eso creo en la candidatura de Pablo (Casado): hay que recuperar la ilusión basada en la legitimidad.

Pablo Casado, el día que presentó su candidatura en Zaragoza, junto a varios líderes del PP de Aragón, entre ellos Mario Garcés / PP

¿Es capaz de asegurar que no habrá presiones o coacciones en Aragón?

No podría asegurarlo. Yo aspiro a que no haya llamadas ni se intervenga orgánicamente. Confío en que nadie ofrezca puestos a cambio de votar una candidatura. Sería una perversión moral. Nosotros no ofrecemos nada. Pablo Casado no ofrece nada. Tan sólo ofrece un proyecto renovado. Aquí ni se ofrecen puestos, ni condiciones de partida.

¿Y a quién deben de escuchar ahora los compromisarios? ¿Deben votar en función de quién ganó en su provincia en la primera vuelta, deben de reunirse con los afiliados para conocer el sentir general o deben de votar conforme a su criterio individual?

Es una muy buena pregunta. La decisión, es evidente, es de los compromisarios. Eso sí, sería sorprendente que ganase una candidatura que solo hubiera obtenido un tercio de los votos de los afiliados. Si yo fuera compromisario, valoraría el resultado que ha habido en el territorio.

La palabra compromisario viene de compromiso. Y el compromiso es con alguien. No es un voto delegado. Y luego valoraría el debate global de ideas que se está dando entre los dos candidatos mediante sus declaraciones o en entrevistas.

«Confío en que nadie ofrezca puestos a cambio de votar una candidatura. Sería una perversión moral»

Si gana Pablo Casado las primarias, ¿se ve volviendo a la primera línea de la política aragonesa?

¿Volver a la política en Aragón? No soy de los que se dicen que se van y no se van. Yo fui cesado como Secretario de Estado tras la moción de censura, y cuando Pablo (Casado) decide presentarse organizamos una cena, con otras siete personas, y se lo dije.

Me ofrezco a un proyecto de centro derecha liberal para España. No pido nada, ni ninguno de los siete que estábamos ahí. Te garantizo que no me acostaría tranquilo si no hubiera intentado sumarme a la candidatura. Es la oportunidad del Partido Popular, porque no creo que tenga más oportunidades.

Sí, pero en el intento por renovar el PP habrá que posicionar las piezas de la renovación en el territorio. Es uno de los hombres fuertes de Pablo Casado. Y podría recalar en Aragón para impulsar el liderazgo del ‘nuevo’ Partido Popular.

En serio, no ambiciono absolutamente nada. Lo que decida Pablo Casado lo acataré. No tengo ninguna ambición personal, ni política por ocupar plazas. Y lo digo, también, para que todo el mundo esté tranquilo. Y en especial alguno que se pone nervioso. Tan sólo estoy ayudando a Pablo Casado.

Después de que María Dolores de Cospedal quedara tercera en Aragón, y tras el apoyo explícito de Luís María Beamonte junto a las presiones internas por su candidatura, ¿se puede decir que el líder del PP en Aragón no controla el territorio?

No quiero hacer ninguna valoración de como queda nadie. Es una reflexión que debe de hacer cada uno. Eso sí, los resultados en la primera vuelta de las primarias deben de hacer reflexionar al aparato regional. Me hubiera gustado saber cual hubiera sido el voto en Zaragoza sin las presiones del aparato. Espero que esa práctica se termine. Quiero un partido en el que no se descuelgue un teléfono para ordenar. Es un modelo caudillista, pretendo que cada militante elija libremente.