Con las vacaciones del verano surgen unos nuevos héroes en nuestras vidas, en especial en las vidas de los padres y madres.

Estos héroes demuestran tener grandes dosis de valor, paciencia, buen humor, conocimiento de estrategias, buena organización, gran sabiduría y por supuesto ilusión y cariño.

Me refiero a los abuelos y a los monitores de campamentos, ellos son los héroes del verano que nos salvan a las familias, cuidando de nuestros hijos mientras trabajamos.


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Los abuelos, a pesar de las arrugas y las canas, poseen eterna juventud y sabiduría, con las que cuidan, miman, entretienen, enseñan y aman a sus nietos.

Sacan fuerzas de no las hay, a veces dando una gran lección a sus hijos, con sus grandes dosis de paciencia. Son fuente inagotable de batallitas, conocimiento e historias maravillosas y derrochan cariño y amor por sus nietos. ¿Por qué nos ayudan tanto?

Porque nos quieren y porque la familia es el mejor tesoro que todos tenemos y el estar unidos y ayudarse mutuamente la fortalece.

Por un lado, los niños reciben un cuidado y un cariño inmejorable. Por otro lado, los padres se ahorran una niñera y tienen la confianza plena de que estarán bien cuidados y por último los abuelos disfrutan a tope de sus nietos a su manera, de su compañía, rejuveneciendo y llenándose de alegría, enriqueciéndose mutuamente.

Los otros héroes de verano son los monitores y monitoras de los campamentos; esos jóvenes y a veces no tan jóvenes, que dedican sus vacaciones a cuidar niños, a entretenerlos, a transmitirles valores, a seguir educándoles, a darles confianza en sí mismos, a escucharles, a enseñarles habilidades nuevas, a jugar con ellos…

La mayoría de las veces por no decir prácticamente todas, es un trabajo no remunerado, pero altamente recompensado por el cariño, la alegría y la aceptación de los chavales.

Nuevamente las familias depositamos toda nuestra confianza del cuidado de nuestros hijos en ellos, en esos héroes del verano. Ellos no pierden la sonrisa y si están cansados disimulan y se aguantan, porque saben que tienen que dar ejemplos los niños.

Hacerles pensar, inculcar valores como el compañerismo, la valentía, la confianza, la igualdad, la cooperación, el trabajo bien hecho y el esfuerzo son parte de sus habilidades, conseguir que todos disfruten, participen, se rían y se diviertan.


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No es tarea fácil entretener y educar al mismo tiempo a 50 niños, sin que se desmadren, créanme, lo sé de buena tinta, por eso los monitores de campamento creo que son unos verdaderos héroes, a los que yo personalmente estoy muy agradecida.

Las familias somos afortunadas de contar con unos héroes del verano tan estupendos, los abuelos y los monitores, no nos olvidemos de valorar lo que hacen por nosotros y agradecerlo.

¡Feliz verano héroes!