El fallecimiento de Juan Lería, propietario del bar Texas, ha sido un mazazo para todos aquellos que lo conocían personalmente o intimaban con él degustando sus sabrosas tapas. Desde la Asociación de Comerciantes del Tubo hasta el adiós -vía Twitter- del periodista Carlos Herrera.
El bar Texas era auténtico, distinto, único. Un bar que, regentado por Juan y su esposa, ha permanecido inamovible en el céntrico tubo desde hace más de 60 años.
Los americanos de la base aérea de Zaragoza se agolpaban en sus barras para degustar sus famosos pajaritos o decenas de miles de zaragozanos -y turistas- pedían con entusiasmo sus papas bravas.
El último adiós aún se deja ver en el establecimiento. Una rosa, en la verja del establecimiento, muestra el sentimiento de un cliente huérfano. Y la ciudad nunca olvidará, a pesar del tiempo, que el Texas era la bienvenida más castiza a los ‘sabrosos’ recovecos del famoso tubo zaragozano.