Leo en Twitter que el Partido Aragonés ha presentado una propuesta que pretende hacer de Zaragoza ciudad de referencia del sur de Europa, que sea cómoda para sus ciudadanos, fomente el empleo y le dote de una proyección exterior que ahora no tiene.
Elaborar un modelo de ciudad “definido e innovador, actualizado, urbano cien por cien y atractivo para la gente”. Felicidades al Capitán Obvio por tan excelente campaña. ¿O alguien puede estar en contra de una propuesta de estas características?
Hablando en serio, hay algo inquietante y confuso en este anuncio a bombo y platillo.
Lo estudió el sociólogo Robert K. Merton en la década de 1950 estudiando la estructura social de una pequeña ciudad americana de Nueva Jersey. Encontró que los miembros más influyentes de la ciudad eran, o bien “locales” o bien “cosmopolitas”. Explicaba Merton que los cosmopolitas tienen una orientación y un marco de referencia universal, los localistas lo tienen en su entorno más próximo.
Afortunadamente, ya todo el mundo se conoce y el entusiasmo inicial da paso a una cierta pereza mental, aunque sólo sea por la repetición del ritual de adjudicarse méritos que puedan mantener a sus acólitos. Nada nuevo bajo el sol.