Es innato a la política. Por lo menos si observamos los antecedentes de las últimas décadas. La entrada de nuevos actores a un mercado asusta siempre a sus futuros competidores. Y aún más cuando se pretende entrar en un mercado copado por un mismo sector que ejerce -de facto- un monopolio. Ahí entra el sector del taxi en España, y en Aragón, al rechazar la liberalización de las licencias VTC (vehículos de transporte con conductor) que usan Uber y Cabify.

El aumento de concesiones de licencias de alquiler de vehículos de transporte con conductor, conocidas popularmente como licencias VTC, tiene a todo el sector del taxi en ascuas. El próximo 30 de mayo hay convocada una manifestación a lo largo y ancho del país para defender el sector ante nuevos actores.

SORO HACE ‘UN TRUMP’

En los últimos años han emergido discursos de dirigentes políticos en Europa, y al otro lado del charco, defendiendo la industria tradicional o sectores patrios ante la llegada de competidores extranjeros o más innovadores. No hay sector que no se movilice, exija protección a sus gobernantes o defienda su situación cuando llegan competidores que amenazan su placidez monopolística. Es ley de vida.

Y a ello, al discurso en defensa de un sector -casi- monopolístico se ha lanzado el Consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro. El dirigente político se ha comprometido -esta mañana- con el sector del taxi a buscar fórmulas legales para denegar la concesión de autorizaciones de VTC pendientes de tramitación por el Gobierno de Aragón.

Soro, con el sector del taxi – DGA

La organización de Autotaxi ve con «preocupación» la ampliación de estas autorizaciones de forma indiscriminada. En Aragón existen en la actualidad 183 autorizaciones VTC, una por cada doce de taxi, y están pendientes de resolución noventa autorizaciones, relativas al periodo 2009-2015, momento en el que se liberalizó el sector y no se establecía ningún tipo de cuota de licencias en relación con el taxi.

El consejero José Luis Soro se ha mostrado en contra de la «ultraliberación» del sector y ha señalado que «arrastramos las consecuencias de lo que se hizo en 2009, cuando se eliminaron las cuotas de proporción con el sector del taxi«. Según Soro, «todavía no ha se ha producido ninguna concesión y lo que estamos es estudiando las fórmulas jurídicas para poder no conceder las autorizaciones VTC pendientes de resolución dentro de la más estricta legalidad».

ARGUMENTOS JURÍDICOS

El consejero asegura que se trata de una cuestión «eminentemente jurídica» y por ello el objetivo es buscar los argumentos jurídicos necesarios para que, «con total respeto a la legalidad vigente en cada momento, puedan denegarse esas autorizaciones«, en coherencia con el apoyo del departamento al sector del taxi.

Un usuario de Uber utiliza la aplicación móvil – Uber

Soro ha señalado que «hasta ahora ha habido un equilibrio natural entre las VTC y los taxis porque los mercados de trabajo son diferentes y se busca que esto siga siendo así». Aunque también ha precisado que por una parte está la concesión de las autorizaciones y por otro la labor de inspección de los servicios que oferten las VTC en el desarrollo de su actividad.

Por su parte, el presidente de la Asociación provincial de autotaxi de Zaragoza ha explicado la preocupación ante el aluvión de licencias por adjudicar y que están en diferentes procesos judiciales y cree que las peticiones son «para intentar entrar en el mercado del taxi a través del uso de aplicaciones«. Estas empresas son principalmente Uber y Cabify.

Morón considera que el perjuicio «ya es real» porque el ratio es 1/30 y en Zaragoza ya se cuenta con una proporción de 1/12 pero, además «ya se les ve operar en las puertas de congresos y conciertos, una serie de servicios que no son los propios de las VTC».