La Cámara de Cuentas de Aragón vuelve a poner la lupa en las empresas públicas de Aragón. Ahora ha sido el turno de SARGA (Sociedad Aragonesa de Gestión Agroambiental), dónde el órgano ha fiscalizado su actuación durante el ejercicio 2015. Según apunta la Cámara de Cuentas, en líneas generales, recibe el visto bueno a la actividad relacionada con su creación y posterior gestión, aunque advierte de 22 incumplimientos.

La empresa pública SARGA fue la resultante de la fusión entre las empresas públicas aragonesas Sirasa y Sodemasa en octubre de 2012. Dos empresas que durante su existencia estuvieron en el ojo del huracán de la opinión pública por su ineficiencia en el gasto y su desarrollo clientelar.


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Sirasa estaba controlada por el PSOE y Sodemasa por el PAR durante el Gobierno de Marcelino Iglesias y la sombra política de José Ángel Biel. Durante el mandato de Alfredo Boné en la Consejería de Medio Ambiente ambas tuvieron 1.500 trabajadores en plantilla en total. Todo un gigante empresarial en el sector público controlado por los designios de los políticos.

Alfredo Boné (i), junto al expresidente Marcelino Iglesias (d) – DGA

En el año 2014 fue la primera vez que SARGA, tras la fusión, obtuvo 101.356 euros de beneficios antes de impuestos. Un resultado positivo tras dos años de perdidas: 583.000 euros en 2012 y de 282.106 en 2013.

LA CÁMARA FISCALIZA

22 incumplimientos ha detectado la Cámara de Cuentas de Aragón. Estos, afectan a ámbitos como el de ordenación de personal, saneamiento financiero, retribuciones, dietas o contratación, y además fija un total de cinco recomendaciones «más urgentes«. El año fiscalizado por la Cámara de Cuentas corresponde al 2015, año de cambios en el Gobierno de Aragón. La salida de Modesto Lobón (PP) y la entrada de Joaquín Olona (PSOE).

Principalmente, el informe hace hincapié en todas las actuaciones incumplidas o no realizadas por el Gobierno del PP-PAR con Luisa Fernanda Rudi. Desde la creación de Sarga tras la fusión hasta la salida del Ejecutivo en 2015.

Modesto Lobón, exconsejero de Agricultura (PP) – DGA

El informe del órgano fiscalizador analiza la creación de Sarga, en octubre de 2012, tras la fusión de las empresas públicas Sirasa y Sodemasa. Sin embargo, anuncia el órgano fiscalizador, ni Sarga ni la Corporación Empresarial Pública de Aragón ni el Departamento de Agricultura y Medio Ambiente han elaborado ningún documento sobre la fusión, su implantación en el territorio ni las consecuencias laborales. Y ni siquiera en el objetivo del ahorro y la eficiencia, uno de los principales objetivos que impulsó la fusión de Sirasa y Sodemasa en Sarga.

En es aspecto retributivo, la Cámara de Cuentas detecta que 187.000 euros se perciben mediante pluses no previstos en los convenios de origen y 174.000 euros mediante mejoras individuales que funcionan como complementos absorbibles, que en el año 2016 se ha comprobado que no han funcionado como tales.

Antonio Laguarta, presidente de la Cámara de Cuentas, junto a Violeta Barba, presidenta Cortes de Aragón, y otros miembros de la Cámara – Cortes de Aragón

En cuanto a las dietas que se otorgan en Sarga, el órgano fiscalizador advierte de que no se aprobó una regulación global, suficiente y precisa de las actividades que dan lugar al cobro de dietas, así como los límites y la justificación precisa. Sarga gastó en el 2015, 602.000 euros por estos conceptos. Un 2 % del gasto de personal. Recientemente, tal y como informó HOY ARAGÓN, dos exdirectivos de Sarga fueron condenados por la Audiencia de Zaragoza a penas de prisión por facturar gastos de las dietas en kilometraje ficticio.

Pese a la ineficiencia en el control de dietas, retribuciones especiales o la falta de un análisis desde la fusión, los ingresos en Sarga continúan subiendo. La principal fuente de ingresos de la empresa pública son los encargos de ejecución, que alcanzan los 47 millones de euros y representan el 70 % de sus ingresos, según analiza la Cámara de Cuentas.