Imanol Sánchez (Pedrola, 1988) es un superviviente del toreo. La fe en sí mismo, y el amor a su profesión -la tauromaquia- es su máxima. Y por ello respira cada día para superar cualquier barrera y crecer en un mundo nada fácil pero que ama con pasión. Aragonés, y orgulloso de serlo. Tres palabras definen al joven torero: raza, pundonor y verdad.

Imanol Sánchez charla con HOY ARAGÓN días antes de emprender la feria de Calatayud en su conocida plaza de toros. Junto a él, estarán el francés Juan Bautista y el veterano torero Manuel Jesús ‘El Cid’.

Será el próximo 13 de agosto cuando la plaza de toros de Calatayud abra sus puertas para dar cobijo a un torero aragonés que lucha por hacerse un hueco entre los grandes. Y como cualquier torero, por hacerse un hueco en la historia del arte más noble conocido en España.

Imanol Sánchez: raza, pundonor y verdad / A.S

Calatayud, próximo envite. ¿Cómo afronta Imanol Sánchez volver a vestirse de luces después de un año?

Con ganas, con muchas ganas. Es un escaparate pare reivindicar y rebelarme contra toda la corriente que no me viene a favor para poder torear en Aragón, en sitios que me lo he ganado. A veces, por razones justificadas. Pero otras no son entendibles. Entonces, para mí, es una oportunidad para reivindicarme y conseguir que sea un trampolín para Zaragoza. La plaza que necesito -en la Feria del Pilar- para abrir mercado.

Con ganas, pese a las dificultades. Entiendo que no es algo que sólo estés sufriendo tú.

Ni soy el primero, ni el último. Es la dinámica normal. Es muy dificil, y es verdad, que nos encajen a todos los toreros en todas las plazas pero claro, para nosotros nos limitan porque en las plazas pequeñas igual no te dan la opción. Y si nosotros no podemos abrir mercado en nuestra tierra, haciendonos un nombre para ir dando el salto a otros lados. Y no hay otra forma que luchar contra ello entrenando mucho, no perdiendo la ilusión y tengo la suerte que en Aragón he sentido un cariño brutal de los aficionados.

«Los toreros aragoneses tendríamos que tener más hueco en nuestra tierra»

¿No es el mejor momento para ser torero en Aragón?

Es muy difícil. Desde luego en Aragón, es muy difícil. Muchas veces por las dificultades de los despachos porque las negociaciones no cuadran, y también porque el mundo del toro es sumamente difícil. Llegar a la cima es cosa de unos pocos. Y por supuesto que está más complicado ser torero que hace diez años.

¿Las empresas taurinas ‘fichan’ antes a estrellas taurinas de mucho nombre para las ferias aragonesas antes que apostar por la cantera aragonesa?

Es complicado. Entiendo la posición de las empresas taurinas que buscan ganar dinero, como cualquier empresa, y por eso quieren el mejor espectáculo para el coso taurino que gestionan. Lo que pasa que tendríamos que tener -los toreros aragoneses- más hueco en nuestra tierra.

¿El público taurino no pide al empresario que apueste por toreros de la tierra?

Por supuesto. Lo tengo clarísimo, al fin y al cabo si triunfa un torero de la tierra, se percibe una ilusión en el espectador taurino impresionante. Y lo he podido percibir. Sin lugar a dudas a los aficionados les gusta ver gente nueva y que evolucionamos.

¿Aragón es una tierra muy taurina?

Sin duda, tanto festejo mayor como festejo popular. Estamos hablando de que en Zaragoza, en cualquier pueblo, unas fiestas sin vaquilla no son fiestas. Y ese público joven que va a los festejos populares se hará aficionado al festejo mayor con el paso del tiempo. Lo que estoy viviendo en Aragón es que se está rejuveneciendo la afición a los toros. Y en Zaragoza, en la plaza de la Misericordia, se ha aumentado el número de asistentes en los últimos años hasta rozar el lleno.

«Estamos hablando de que en Zaragoza, en cualquier pueblo, unas fiestas sin vaquilla no son fiestas»

¿Y se resiente la afición cuando llueven críticas contra el toreo y los toreros? Veíamos como en Teruel -hace pocas semanas- boicoteaban los carteles de homenaje a Victor Barrio pintando ‘asesinos‘.

Creo que cuando se generan hordas políticas en contra de cualquier sector, o prohibiciones políticas, se genera el efecto péndulo. Que no te guste algo, o que no sientas entusiasmo por ello, no significa que estés en contra. Mucha gente ve que se está coartando en ciertos momentos esa libertad, pues se produce el efecto péndulo. Y lo que percibo en Aragón, es que no existe un movimiento antitaurino. El público joven está repuntando una barbaridad y eso le augura un éxito al toreo durante años.

Imanol Sánchez quiere reivindicarse en Calatayud / A.S

¿Hay que alejar a la política de la tauromaquia?

Ese ha sido el problema, que se ha encasillado la Fiesta en ideas políticas cuando el toreo no es ni de derechas ni de izquierdas. Es del pueblo. Podemos repuntarnos años atrás cuando el Partido Comunista sufragaba sus actos montando festejos populares o el expresidente de Esquerra Republicana -Lluís Companys- presidió corridas de toros en Sevilla. Y ahora parece que ser taurino es ser de derechas y ser antitaurino es ser de izquierdas. Es una estupidez. La fiesta taurina es del pueblo, del que le guste.

Y volviendo a Calatayud, ¿cuál es el objetivo después de torear ahí?

Lo principal para mí, después de Calatayud, es poder demostrar que soy un torero que sigo preparándome y que puede entrar en la Feria del Pilar de Zaragoza. Creo que me he ganado volver. Y si consigo entrar en Zaragoza, lucharé para triunfar y volver a otras plazas como Las Ventas.

«El toreo no es ni de derechas ni de izquierdas. Es del pueblo»

En Calatayud torearás junto a dos toreros reconocidos, Juan Bautista y ‘El Cid’.

Es un orgullo. Juan Bautista es uno de los toreros más aclamados en Francia y está ahora toreando en todas las plazas del mundo. Y ‘El Cid’, es un torero muy clásico y querido por todo el mundo. Es un cartel bonito, y por supuesto para mí es un placer estar ahí. Y en esa plaza, tomé la alternativa y aún guardó el cariño que he sentido de su gente. Estoy muy ilusionado. Y con ganas de reivindicarme.