Las vacaciones de verano llegaron, con ellas, muchos padres tienen que hacer un verdadero rompecabezas para gestionar el tiempo de sus hijos. Una de las mayores preocupaciones como padres es evitar que nuestros hijos caigan en la comodidad de ver pasar el tiempo tumbados ante pantallas o sin hacer nada.

Después de un curso en el que la mayoría de las horas están prácticamente ocupadas entre clases, deberes, deportes, extra escolares y demás actividades, es normal que quieran descansar. El verano es ideal para desconectar, relajarse y disfrutar de actividades nuevas.

La mayoría de los centros educativos ofrecen campamentos o campus de verano, estos pueden ser una buena opción cuando los padres trabajan y no pueden hacerse cargo de sus hijos. Es importante asegurarse que dicho campus o centro de ocio para el verano, cumple los requisitos educativos y formativos que cada familia busca para sus pequeños. A parte de eso, son un espacio estupendo para hacer amigos y hacer actividades lúdicas divertidas o aprender idiomas.

Dos meses y medio pueden ser muchos días y una pesadilla para muchas familias. Por eso os propongo 3 objetivos con los que llenar y rentabilizar el tiempo de vuestros hijos, alcanzando las metas y objetivos que nos propongamos.

1 – Hacer un horario en familia

Un horario para todos los días de la semana o por lo menos de lunes a viernes, que sea flexible, un horario en el que haya tiempo para descansar, para estar con amigos, para leer buenos libros y cuentos, para hacer deberes de verano -si se los han mandado en su centro escolar- para hacer deporte o piscina, para ayudar en casa, para jugar y divertirse, para simplemente estar en familia.

Este horario tiene que limitar el tiempo de pantallas (móviles, tabletas, Internet, televisión, etc) y tiene que ser supervisado por los padres para que sea equilibrado.

2 – Reparto de tareas

Que sean ellos los que elijan entre una lista que les podemos dar como tareas -hacer camas, poner la mesa, preparar desayunos, hacer la compra, ayudar a limpiar y recoger la casa, etc-. Escoger que encargos van hacer por el bien de la familia, contribuye a mejorar su autonomía; al mismo tiempo que asienta en ellos, un sentimiento de unidad y cooperación.

La familia es un equipo en el que todos los miembros somos importantes, necesarios y en el que todos debemos colaborar. Por supuesto los jefes de equipo somos los padres y por lo tanto los que tenemos que dirigir.

3 – Hacer planes en familia

El verano es estupendo para hacer planes con amigos pero también es importante hacer aquellas actividades en familia que durante el curso nos resulta más difícil realizar. Excursiones, viajes, visita a museos, tardes de cine, tardes de fútbol, de parchís o jugar al ‘Monopoli’,  juegos en el parque o en la plaza, juegos de mesa,  manualidades, papiroflexia, juegos de cartas, paseos en bicicletas, bañarse en el río o pescar renacuajos…

Todas estas y muchas más qué se os ocurran, pueden ser actividades que estrechen lazos y que nos unan ayudándonos a conocernos mejor, al mismo tiempo que  nos aportan a todos infinidad de conocimientos y valores. Los mejores recuerdos de nuestra infancia están en esos momentos entrañables en familia en los que hacíamos algo especial. No les prives a tus hijos de ello.

En verano los padres seguimos educando y enseñando a nuestros hijos, ya que su educación es nuestra responsabilidad. Nos podemos relajar y divertir, pero teniendo siempre presente que la profesión de padres es jornada completa, las 24 horas del día todos los días de nuestra vida.

*Cristina Gil Gil es autora de La profe responde, Editorial ‘Palabra’ y del blog Ideas para crear y disfrutar