Un año más asistimos estupefactos a la “Fiesta Antirrepresiva”, organizada por el ‘Grupo de Derechos Civiles 15M Zaragoza’ próxima a la órbita de Podemos, que tendrá lugar en el ‘solar del conejo’ de titularidad municipal. Por lo que nuestro Ayuntamiento da cabida a dicha fiesta.

Digo que asistimos estupefactos, no por el lema, pues en una democracia cabe la libertad de pensamiento, de expresión y opinión, si no por las imágenes explícitas y lemas que le acompañan, todos ellos señalando a la Policía Local o Nacional como represores de derechos y libertades fundamentales.

El término ‘policía’ es muy amplio, y recoge desde agentes rasos como a Jefaturas, donde se encuentran los mandos policiales más cercanos al Gobierno Local o Estatal. Los miembros que forman las plantillas de la Policía Local de Zaragoza o la Policía Nacional son personas que forman parte de nuestra sociedad.

Sí, viven entre nosotros, con nosotros, se han formado en los colegios, institutos, o la universidad de esta ciudad, salen, compran, viajan, piensan… son una muestra de nuestro diverso tejido social. Hay de todo. Son personas con pensamientos, sentimientos, derechos y obligaciones, sobretodo obligaciones aunque no se encuentren dentro de su jornada laboral.

No son ejércitos de robots al servicio de una entidad como Skynet en la saga ‘Terminator’

No son ejércitos de robots al servicio de una entidad como Skynet en la saga ‘Terminator, dispuestos a machacar a la raza humana sin contemplaciones. El Policía garantiza la práctica de derechos fundamentales como el derecho de reunión, que permiten las manifestaciones o concentraciones, y también la paz pública en el desarrollo de las mismas.

Las órdenes pueden venir del poder político, pero como reza el código penal «los funcionarios no incurrirán en responsabilidad por no dar cumplimiento a un mandato que constituya una infracción manifiesta, clara y terminante de un precepto de Ley«, por lo que pueden negarse ante órdenes contrarias a derecho sin ninguna repercusión legal.

No son una ‘policía política’. Sí, vivimos en democracia, en un estado de derecho, aunque algunos colectivos no lo quieran ver.

El Gobierno de ZEC, formado esencialmente por IU y Podemos, propuso un manifiesto al resto de partidos políticos con el lema «Zaragoza como siempre acogedora, pacífica y festiva«, y que fue apoyado por todos ellos.

Los firmantes mostraban su confianza en la sociedad zaragozana y en sus fiestas como una muestra del respeto, la acogida y la cultura de paz.

«Es inadmisible cuando se trata de una fiesta organizada para incitar al odio y la violencia contra empleados públicos»

Tan solo cuatro días más tarde, el mismo Gobierno, que propone una declaración de este tipo, permite un evento donde se pone en entredicho la profesionalidad y la humanidad de miles de zaragozanos que trabajan al servicio de esta ciudad.

Justifican la cesión del solar municipal, en un acto de incitación clara al odio, porque es un «acto de libertad de expresión». La portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid ya defendió los escraches a policías en los hoteles de Cataluña como «un ejercicio de participación democrática».

La libertad de expresión en este caso es inadmisible cuando se trata de una fiesta organizada para incitar al odio y la violencia contra empleados públicos que, para más inri, trabajan en nuestro Ayuntamiento.

Los pasados días hemos asistido a un claro ejemplo en Cataluña, los políticos separatistas jaleaban a las masas, niños y ancianos incluidos, como escudos humanos contra la Policía Nacional y la Guardia Civil, mientras ellos seguían jugando al ‘Risk’ en sus despachos sin riesgo alguno.

Está claro que no son «sus empleados» públicos, pues no siguen sus premisas, si no el dictamen de la Ley en un Estado de derecho, lo que les cuesta rechazo y odio por parte de los que no entienden todavía que vivimos en democracia.