Zaragoza podría volver a recordar lo vivido durante la Exposición Internacional de 2008. El acto que impulsó una nueva concepción de ciudad para los próximos años: edificios vanguardistas, cercanía al río Ebro y nuevos desarrollos urbanísticos.

Los grupos municipales en el Ayuntamiento de Zaragoza han respaldado hoy una moción presentada por el PP en la que instan al Gobierno de Zaragoza y al de Aragón a formar un grupo de trabajo que elabore un programa de actos que conmemore el décimo aniversario de la Expo de 2008.


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En defensa del texto, la popular María Navarro ha considerado que hay un «clamor» en la calle por que se reivindique el evento internacional más importante que ha habido en Zaragoza, con 5,5 millones de visitantes y 106 países invitados.

A su juicio, la programación cultural debe tener un doble objetivo: recordar el evento y también que sirva para implicar al Gobierno de España, el de Aragón y el de Zaragoza para dar una salida a los grandes edificios en desuso.

La concejala de ZEC, Arantza Gracia. ha presentado una transacción que incluía a la DGA en la organización de los actos y la ha apoyado porque, pese a que la Expo generara una deuda de 300 millones de euros, muchas de las cosas que se han planteado son positivas.

Desde el PSOE, Lola Ranera ha definido la Expo como algo más que 25 hectáreas en la margen izquierda del Ebro, que fue «orgullo» de la ciudadanía y colocó a Zaragoza en el siglo XXI.

En su intervención, ha propuesto que las tres administraciones se sumen, no solo a la organización de los actos, sino también para la reutilización de los equipamientos, algo que harían más fácilmente si algunos miembros del Gobierno no estuvieran «avergonzados» de lo que trajo la Expo.

Por Ciudadanos, Cristina García ha considerado que hay motivos para conmemorar el aniversario, pero ha denunciado el abandono del legado de la Expo, que habría que revertir en los zaragozanos.

Por su parte, Leticia Crespo (CHA) ha apoyado la moción tras la admisión de la transacción de ZeC, pero ha subrayado que «lo que viene siendo un clamor, igual no«, en respuesta a los populares.