Los peritos de la Guardia Civil han confirmado en el juicio, en la Audiencia Nacional, que esclarece la culpabilidad en el secuestro, y el supuesto asesinato, del empresario aragonés Publio Cordón.

El empresario estuvo cautivo en una casa de Lyon (Francia), según se ha avalado en el día de ayer, ya que las letras de la jamba del armario donde le encerraron se corresponden sin duda alguna con su caligrafía.

Así se evidenció ayer en la segunda sesión de juicio contra los ‘grapo‘ José Antonio Ramón Teijelo y María Victoria Gómez Méndez, acusados de alquilar la casa de Lyon donde estuvo retenido Cordón y de enterrar su cuerpo, si bien ambos negaron su participación en los hechos.


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Durante la presentación de las pruebas periciales, también se puso de manifiesto que en algunas de las cartas que Publio Cordón envió a su familia durante el secuestro, que se produjo el 27 de junio de 1995, se ha encontrado ADN de María Victoria Gómez.

Se trata de los pruebas que, según los investigadores, no dejan lugar a dudas de la participación de los dos acusados en los hechos que se les imputa y por los que el fiscal pide para cada uno 17 años y 4 meses de cárcel por secuestro, 20 años por homicidio por omisión y seis meses por estafa, es decir, un total de 37 años y 10 meses de prisión.

LA INVESTIGACIÓN

El instructor de la Guardia Civil en este caso y varios agentes del cuerpo comparecieron en la vista para explicar la investigación y el funcionamiento del PCE(r)-GRAPO en ese momento, cuyo aparato de propaganda estaba dirigido por el acusado Teijelo desde Lyon, lo que respalda aún más su participación en el secuestro y en la infraestructura para el cautiverio de la víctima.

De hecho, ese aparato siempre estuvo en Lyon para que no fuera «tocado» por los golpes policiales al GRAPO en París.

Los agentes aseguraron que, en el secuestro del empresario aragonés, la banda terrorista utilizó a la totalidad de sus efectivos en Francia, como se comprobó en la documentación incautada en la desarticulación de su cúpula en el año 2000, por lo que deducen que los dos acusados estuvieron involucrados.

Ambos, haciéndose pasar por profesores españoles de francés, alquilaron la casa por un año con identidades falsas, pero a finales de julio de 1995 la dejaron alegando una enfermedad de María Victoria.

Pocos días antes, Cordón intentó huir por una ventana de la buhardilla en la que estaba recluido,quedó malherido, no recibió atención médica y falleció. Los terroristas le enterraron en el Mont Ventoux francés y el GRAPO ocultó la muerte para poder cobrar el rescate de 400 millones de pesetas que la familia pagó en agosto de ese año.

UN ‘GRAPO’ ARREPENTIDO

Los peritos han avalado las manifestaciones del grapo arrepentido Fernando Silva Sande, precisamente el encargado de la custodia de Cordón -al que el GRAPO denominó con los apodos de ‘El romano’ o ‘El invitado’, como figura en la documentación incautada- y quien ha colaborado con la Guardia Civil para la investigación.

Los datos que fue facilitando Silva Sande, que cumple condena por estos hechos, permitieron a los agentes del instituto armado localizar la casa de Lyon, algo que no resultó fácil y que requirió un exhaustivo trabajo con las tecnologías más modernas para ir descartando viviendas hasta dejar un listado final de 10.

Silva Sande solo ofreció algunos datos, entre ellos la estructura de la casa, de dos plantas, o la proximidad de una cancha deportiva de un colegio, pero finalmente la Guardia Civil dio con ella y allí descubrió la letra de Cordón en la jamba del armario, donde marcó las semanas de su cautiverio(hasta tres).

Tras la comparecencia de los expertos del laboratorio de criminalística de la Guardia Civil, el fiscal ha presentado sus conclusiones y ha insistido en que la colaboración de Silva Sande ha sido desinteresada, con un interés «puramente moral» para «descargar su conciencia», sin que haya obtenido a cambio nada, ni siquiera permisos penitenciarios.