Un vecino de la localidad turolense de Andorra ha fallecido esta tarde en un accidente laboral ocurrido en la central térmica, el primero con consecuencias mortales que recuerdan sus compañeros en los últimos treinta años.


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El fallecido, cuya identidad responde a las iniciales L.P.P., de 54 años, casado y con dos hijas, era un empleado de la compañía Endesa, según han confirmado a Efe fuentes de la empresa.

El responsable de UGT Teruel y trabajador también de la central, Alejo Galve, ha explicado a Efe que el accidente ha tenido lugar entre las 17.30 y las 18.00 horas y que, al parecer, su compañero habría resbalado y caído en una cinta transportadora.

El fallecido llevaba muchos años trabajando en la mina y después en la central térmica, ha recordado Galve, quien ha apuntado que sus compañeros están «muy afectados» porque lo conocían «de toda la vida».

Y ha añadido que en los años que él lleva trabajando en la empresa, más de 30, «no ha habido nunca un accidente mortal».

Sí los ha habido cuando se montaron las instalaciones, así como alguno de gravedad en estos años, pero ninguno con este fatal desenlace, puntualiza.

La central térmica de Andorra tiene una potencia de 1.050 megavatios, equivalente a la de una central nuclear, y contaba en mayo con unos 150 empleados directos