Con aplausos han sido recibidos y con aplausos han sido despedidos los féretros de Víctor Romero Pérez y Víctor Jesús Caballero de la excolegiata Santa María de Alcañiz (Teruel), donde se ha celebrado el funeral por los dos jóvenes guardias civiles que murieron asesinados el pasado jueves por los disparos del asesino al que perseguían.


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La familia, los amigos, los vecinos de Alcañiz y las decenas de agentes compañeros desplazados a la ciudad bajoaragonesa de los fallecidos han despedido hoy a los dos jóvenes agentes.

Los agentes murieron asesinados a última hora del pasado jueves por los disparos del hombre que andaban buscando, el serbio Norbert Feher, como autor de un tiroteo diez días antes en el que resultaron heridos dos hombres en Albalate del Arzobispo (Teruel).

Los agentes murieron al perseguir al hombre cuando acababa de matar a tiros también en una masía cercana a José Luis Iranzo, un vecino de Andorra (Teruel).

La plaza de España, en la que está el Ayuntamiento donde ayer a última hora se instaló la capilla ardiente, no ha dejado de registrar trasiego durante toda la noche, de vecinos y compañeros que querían mostrar sus condolencias a las familias. Pero desde una hora antes del comienzo del funeral ya se congregaban numerosos compañeros, visiblemente emocionados, para despedir a los agentes.

Multitudinario adiós en Teruel a los guardias civiles asesinados / EFE

Precisamente han sido los compañeros de los agentes y los familiares quienes han portado a hombros los féretros con los cuerpos de ambos, recorriendo los escasos metros que separan el Ayuntamiento del templo en el que se ha celebrado la ceremonia.

En medio de un silencio sepulcral, era posible oír con nitidez los lamentos de los familiares, como el del primero que ha entrado en la iglesia, abuelo de uno de los fallecidos, que lo ha hecho en silla de ruedas y visiblemente emocionado, mientras recordaba a su nieto y su juventud.

A su llegada a las puertas del templo, la Banda de Música de la Guardia Civil ha interpretado la marcha fúnebre y el himno de España, y a la salida han despedido a los agentes interpretando el himno de la Guardia Civil y la obra «La muerte nunca es el final».

Han asistido representantes policiales y militares de Teruel y Aragón, incluidos de los Mossos d’Esquadra y la agentes rurales franceses. También el Justicia de Aragón, consejeros del Gobierno de Aragón, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, entre otros cargos judiciales de Aragón, Teruel y Alcañiz, así como autoridades militares y municipales.

El delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, ha dicho a los medios tras acabar la ceremonia que, en seis años en el cargo, este era «el día más triste» con la despedida a dos personas que habían «dado su vida en cumplimiento de su servicio».

El delegado ha felicitado a la Guardia Civil por su trabajo, al igual que lo ha hecho ante los periodistas el consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén, que ha dado las «gracias» al cuerpo, por velar por la «seguridad» y por la «libertad» de todos.

El asesino, Norbert Feher, fue detenido en la madrugada del viernes cerca de Mirambel (Teruel) después de un amplio despliegue de la Guardia Civil por la zona. Está previsto que mañana preste declaración en los juzgados de Alcañiz por videoconferencia a las 10:30 ante la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, según fuentes judiciales. Esta declaración es para responder por la orden europea de detención que Italia emitió contra él. Después, previsiblemente lo hará ante la juez de Instrucción de Alcañiz por los tres asesinatos de Teruel.