La muerte debería ser una barrera. Lo inteligente es marcar distancias, condenar el crimen y seguir adelante. Pero Alberto Cubero no es inteligente.

Es un gas inerte que quiere ser activo. Un prejuicio hecho persona.


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Lanza no es de izquierdas. Lanza es un profesional de la bronca. Lo dice Trasobares -con maestría- en El Periódico de Aragón.

Alberto Cubero, y la gente como él, hacen daño a la izquierda, mucho daño. La supuesta guerra entre ultras de izquierda y de derecha solo interesa a esos ultras. Y a alguno más que quiere sacar tajada.

«Alberto Cubero, y la gente como él, hacen daño a la izquierda, mucho daño»

Cubero quiere que pase la semana y que se olvide su infamia. Cubero no se ha leído el auto de la juez, ni el informe forense sobre la muerte de Víctor Lainez.

El edil de ZEC tiene un recurso nada intelectual que utiliza sin parar: cuando algo no le gusta, echa culpa al sistema o al IBEX 35. Pero Alberto Cubero vive a sueldo del sistema.

Cubero no es capaz de condenar un asesinato, ni es capaz de hacer acto de presencia en un minuto de silencio. Cuando Cubero se mira al espejo, no sabemos lo que ve.

Pero cuando lo miramos, empezamos a confundirnos. Y a ver cosas en su rostro que él no sabe o no se atreve a desmentir.

¿Quién eres, Cubero?