La cortina de los enfrentamientos de la izquierda vuelve a correrse -durante un tiempo- al aprobarse en la comisión de Economía los presupuestos del 2018.

En el día de hoy se ha dado el paso más importante, el último será en el pleno municipal el próximo 15 de enero, para consolidar las cuentas que deberá impulsar el gobierno de Zaragoza en Común ( ZEC) durante este año.


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Con más sintonía de la transmitida al inicio de la negociación, con un aumento significativo en partidas reivindicadas «desde lo social» y con la cuña encajada por el PSOE de la subvención al Real Zaragoza por 800.000 euros se cierra el culebrón.

EL ESCOLLO DEL REAL ZARAGOZA

En el debate político se ha visibilizado el clásico enfrentamiento de esta legislatura entre ZEC y el PSOE. Y concretamente por la polémica subvención municipal para el Real Zaragoza por un importe de 800.000 euros.

El acuerdo de la izquierda ha sido casi unánime, salvo en la citada subvención al club zaragozano, lo cual ha desatado las críticas de todos los grupos políticos -a derecha e izquierda- contra la «incoherencia» de ZEC al negar una ayuda al Real Zaragoza cuando invierte desde el Gobierno en otros clubs de élite de la ciudad.

ZEC, que se ha mostrado contrario a «regalar» dinero público a un club privado, ha tratado en el último momento, sin éxito, de modificar la enmienda del PSOE reduciendo la cuantía de 800.000 a 200.000 euros.

Un gesto que ha irritado a los socialistas acusando al responsable municipal de Hacienda, Fernando Rivarés, de falta de lealtad.

El ‘hacedor’ de las cuentas, Fernando Rivarés, ha criticado que «parece que lo importante del presupuesto son 800.000 euros para el Real Zaragoza«. Y ha tachado de «insensato» que el dinero provenga de la partida reconocida en los intereses de la deuda.

UN PASO IMPORTANTE

En el día de hoy se ha dado el último paso, a falta de su aprobación en el pleno municipal, del presupuesto de Zaragoza en Común. La cuantía que deberá gestionar ZEC asciende a 796 millones de euros, un 4 % más que el año anterior y con 65,5 millones para invertir en la ciudad.

Fernando Rivarés ha destacado que es un presupuesto «social, ambiental e inversor».

Sin embargo, el edil de ZEC ha desatado su crítica política hacia la bancada popular por su «irrelevancia política» al quedarse «más solos que la una«. Entiende Rivarés que su aislamiento se debe a la oposición «beligerante y destructiva» que están realizando durante la legislatura.

Desde las filas populares, María Navarro ha negado las calificaciones de Rivarés por ser fruto de la idea que subyace en la izquierda durante esta legislatura.

«Al final, la izquierda siempre se pone de acuerdo para pactar el presupuesto, por sus propios intereses de partido y aplicando el rodillo para expulsar las propuestas del PP», ha dicho Navarro.

La edil del PP entiende que desde las filas socialistas se aprueban estas cuentas por un intereses en aprobar el presupuesto del Gobierno de Aragón -liderado por el PSOE-, así como la intención de Chunta Aragonesista de buscar su «hueco» para «hacerse la foto«. Navarro, a Zaragoza en Común, le ha criticado que el apoyo de PSOE y Chunta le sale «muy barato».

CIUDADANOS, ENMIENDA TOTAL

El único partido que ha dicho ‘no’ rotundo a las cuentas de Zaragoza en Común ha sido Ciudadanos. El resto, ha intentado ‘rascar’ algunas concesiones con el resto de grupos para sacar adelante sus prioridades políticas en el presupuesto municipal.

La promoción de la movilidad eléctrica para hacer de Zaragoza una «smart city», la reforma de centros deportivos como el Fleta o el de San José o la rehabilitación de las viviendas conocidas como «grupos sindicales» son, junto a la del Real Zaragoza, algunas de las propuestas más destacadas del grupo socialista.

Por cuantía, destacan los plurianuales que han logrado incluir para la reforma del Parque Torre Ramona o para destinar 9 millones de euros en tres años para renovación de la red de abastecimiento de agua.

Ciudadanos, por otro lado, ha visto rechazada su enmienda a la totalidad, que solo ha contado con los cuatro votos favorables de los concejales de la formación naranja, aunque sí ha logrado pactar algunas de sus enmiendas parciales y ha apoyado las de otros grupos.

Su portavoz, Sara Fernández, ha resaltado su coincidencia en proyectos como el centro cívico de Parque Goya, el plan director de Averly, el nuevo pabellón de Miralbueno, el centro deportivo Fleta o la sede para el nuevo Distrito Sur, además de conseguir aprobar algunas de sus propuestas en relación al incremento de fondos para relaciones internacionales o para estudios sobre políticas de empleo.

Carmelo Asensio, de CHA, se ha congratulado de que «lo que mal empezaba, al menos pueda terminar bien», ya que Zaragoza, «por coherencia», no se podía quedar sin presupuestos.

Asensio ha valorado el aumento en inversiones -incluida la inversión social- y ha apostado en sus enmiendas por los mercados de barrio, las «supermanzanas», la reforma de centros deportivos como el César Láinez, el plan director para Averly o por retomar la inversión en los «barrios olvidados».