Un susto, nada más. Sin embargo, la inmediatez y diligencia del rescate por parte de los Bomberos del Ayuntamiento de Huesca evitaron que el suceso fuera a mayores.

El pasado domingo, un vehículo fue arrastrado -con su conductor en el interior- por el río Isuela en la localidad oscense de Igriés, a pocos kilómetros de la capital oscense.

Desde el parque de bomberos de la ciudad aclaran que el aviso lo dio el conductor al quedarse inmovilizado en mitad del río tras intentar cruzar con su coche atravesando un vado. El conductor salió por su propio pie del coche para comunicarse con los servicios de emergencia.


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El vehículo estaba hundido en el cauce hasta más de medio metro. Según explican desde el parque de bomberos, la zona se inunda con las lluvias de manera habitual.

Y tras el temporal de los últimos días, el bajo caudal en ese tramo del río junto a la osadía -o la inconsciencia del conductor- inhabilitó el vehículo. Se quedó todo en un susto.