En diciembre de 2016, el Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza, con los únicos votos en contra de Zaragoza en Común, aprobó la disolución de la sociedad municipal ZGZ Arroba Desarrollo Expo, S.A. para que los servicios que presta esa sociedad pasasen a ser prestados directamente desde el Ayuntamiento y su personal subrogado.

En el Consejo de Administración de la sociedad, su vicepresidente, el consejero de ZEC Fernando Rivarés, quiso ser liquidador, pero la oposición propuso que hubiese un comité liquidador con un representante de cada partido.

Y ahí es donde Rivarés empezó con su espantada y no aceptó el cargo de liquidador, dejando claro que si él liquidaba era en solitario, pero si era con otros partidos ya no quería.

El representante del partido que entró en el Consistorio hablando de transparencia y participación fue incapaz de respetar una decisión plenaria, de asumir que están gobernando esta ciudad y sólo Cs, PSOE y PP aceptamos la responsabilidad de liquidar la sociedad.


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Desde esos primeros meses del 2017, Zaragoza en Común debía elaborar informes, facilitar documentación y adoptar decisiones para poder llevar a cabo esa liquidación.

«Rivarés empezó con su espantada y no aceptó el cargo de liquidador»

Pero en una muestra más de su actitud pueril de “si no jugáis a lo que yo quiero me llevo el balón”, Zaragoza en Común no ha elaborado esos informes, ha ocultado información y no ha adoptado las decisiones necesarias, utilizando además a los trabajadores municipales de la sociedad, como si de una moneda de cambio se tratara, para intentar municipalizar el 010.

Ante el ninguneo, la obstaculización y el desprecio tanto del alcalde como de los consejeros de ZEC responsables del tema, los liquidadores de Cs, PSOE y PP el pasado 22 de febrero nos vimos obligados a renunciar a nuestro cargo, con el único objetivo de que el gobierno dejase de utilizar la liquidación de esta sociedad, y a sus trabajadores de forma interesada y partidista.

Renunciamos un 22 de febrero, con las nóminas de los trabajadores y las facturas de proveedores pagadas, habiendo preservado los intereses municipales por encima de todo, y Zaragoza en Común, desde ese mismo día, podía haber nombrado nuevo liquidador y preservar así los derechos de trabajadores y proveedores.

«Zaragoza en Común no ha elaborado esos informes y ha ocultado información»

Pero una vez más a los concejales de ZEC no le importan los trabajadores municipales y hasta el 23 de marzo, cuando se vieron acorralados por una moción que denunciaba esta situación, nombraron a Fernando Rivarés como nuevo liquidador, con su habitual alevosía y opacidad, sin comunicar nada ni a trabajadores ni a los antiguos liquidadores.

Han esperado un mes hasta que se han visto acorralados por la transparencia de la oposición teniendo en vilo a unos trabajadores con la amenaza de no cobrar sus nóminas, evidenciando, una vez más que para ZEC el fin justifica los medios.

Este ha sido un capítulo más de la falta de respeto a las decisiones plenarias de quien nos gobierna, de imponer su voluntad utilizando la excusa de una Ley de Capitalidad para conseguir en las sociedades una mayoría que no les dieron las urnas.

O quizá esta vez den incluso un paso más, y en lugar de liquidar la sociedad den marcha atrás y la recuperen para sus planes… se admiten apuestas.