El Gobierno de Zaragoza (Zaragoza en Común) ha adjudicado las obras de rehabilitación y modernización del emblemático edificio del Mercado Central ‘Lanuza’. La empresa adjudicataria es Ferrovial Agromán, la cual accede al contrato por un coste de la obra de 8.183.810,8 euros.

Desde el consistorio zaragozano argumentan que el proyecto de la constructora seleccionada es el más ventajosa para los intereses municipales al obtener la puntuación más alta entre las diez empresas solicitantes.

Entre las ventajas de la oferta, destaca el Ayuntamiento, se ha propuesto una reducción del plazo de ejecución de 30 días, sobre un periodo inicial de 13 meses.


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El proyecto de rehabilitación, que ha sido realizado por el arquitecto municipal José Antonio Aranaz, plantea una distribución de puestos que potencia un gran pasillo central y unos pasillos laterales que permiten liberar las fachadas y en consecuencia, recuperar la imagen primitiva del Mercado, abierto hacia la ciudad, hacia la calle, previendo su total cerramiento mediante una caja de vidrio.

Todo ello ayudará a recuperar la visión de los detalles decorativos.

La imagen original del histórico mercado también se evocará recuperando el pasillo central y los dos perimetrales. En la planta baja se mantendrá el uso comercial actual, pasando de los 160 puestos anteriores a 78 (74 para comercio de alimentación y 4 para restauración).

El área destinada a los puestos se reduce, pasando de 1.725 a 1.140 metros cuadrados. Individualmente, los puestos ganarán en dimensión, tanto en longitud del mostrador como en profundidad, previéndose diversas dimensiones y un reparto de actividades según criterios comerciales.

Quedarán 1.718 metros cuadrados libres para uso público y libres de obstáculos que impidan visión.

Respecto al sótano, dada la actualización realizada en 2008, su práctica totalidad seguirá destinándose a los mismos usos que ahora.

Además, se creará una zona central, accesible para el público desde los ascensores de la puerta Oeste, destinada a área de exposiciones y de formación y comunicación, ambas para actividades relacionadas con el sector alimentario. Se prevén dos salas, de unos 50 metros cuadrados cada una.