La sentencia del ‘Caso Gürtel‘ ha sido un auténtico jarro de agua fría en las filas del Partido Popular. Nadie se salva del mazazo. Todos los miembros del Partido Popular son conscientes de las consecuencias electorales.

Eso sí, cada uno tiene sus recetas, sus reproches o sus dudas.

Y aún cobra más relevancia los varapalos judiciales en las comunidades donde el PP, desde la oposición, arma sus opciones de ser alternativa de gobierno, como en el caso de Aragón con su líder Luis María Beamonte.

En la esfera parlamentaria nacional está el primer escollo que preocupa en el seno del PP: la intención de Pedro Sánchez de armar una mayoría parlamentaria en su planteamiento de moción de censura.

Una decisión política que, según todas las fuentes consultadas del PP de Aragón, consideran «oportunista» para un responsable político «desaparecido».

 

Publicidad

EL TABLERO ELECTORAL

Más allá de las consecuencias de la moción de censura planteada, los populares ven con especial preocupación la situación judicial del PP con las perspectivas electorales en la comunidad aragonesa.

Por varios factores. El primero, porque puede restarles autoridad política respecto al presidente del Gobierno de Aragón, el socialista Javier Lambán.

Como segundo factor, porque puede catapultar (aún más) a Ciudadanos como alternativa en el centro derecha.

Por último, en tercer lugar, la formación política no tiene ningún caso de corrupción en la comunidad. Y lo recalcan con insistencia desde el PP de Aragón.

Con este cóctel político para los populares, comienzan a asomarse las primeras voces criticas dentro de la formación que piden un cambio a nivel nacional. Principalmente, para que no enfangue, más de lo esperado, a otras comunidades.

UN GOLPE DE MANO

En Aragón el pesimismo comienza a extenderse por las ‘venas’ azules de los populares.

Los vientos nacionales salpicados por los casos de corrupción, la falta de un relato más solido contra el proyecto de Javier Lambán y el crecimiento de Ciudadanos comienza a ser un quebradero de cabeza.

Es por eso que resulta comprensible que determinados dirigentes del PP de Aragón pidan un cambio.

El concejal del PP en Zaragoza, Pedro Navarro, de manera pública, ha sido el más contundente -hasta ahora- con la sentencia del ‘Caso Gürtel’. El popular colgó un post en su perfil de Facebook para pedir «perdón» a los ciudadanos.


Publicidad


Y junto a ello, escribió:  «Necesitamos demostrar con hechos que no va a volver a repetirse. Y si para eso nos tenemos que ir todos los que estamos, me incluyo obviamente, ya estamos tardando a convocar un Congreso Extraordinario que abra las puertas del partido a gente honrada y se las cierre definitivamente a quienes no lo son».

La explicación de Navarro es compartida por la gran mayoría de dirigentes del PP de Aragón consultados por este periódico, aunque, eso sí, lo hacen de manera privada.

«El pesimismo comienza a extenderse por las ‘venas’ azules de los populares»

Una de las diputadas con mayor proyección explica que «hay que pedir perdón todas las veces que haga falta». Y resalta que la mayoría del partido son gente honrada, y por eso, apunta que «los cerdos que hayan robado que vayan a la cárcel«.


Publicidad


Otra dirigente del PP afirma que la sentencia del ‘Caso Gürtel’ corrobora que «El PP no es ni Barcenas ni Correa. Ha sido una organización mafiosa que nada tiene que ver con el PP. Y menos con Aragón».

«EL PANORAMA ES INCIERTO»

Ningún dirigente del PP de Aragón consultado cree que es momento de esperar. Todos apuntan que, tras la gravedad de la sentencia y la moción de censura en ciernes, hay que tomar decisiones. «No podemos pasar por esto como si no existiera«, afirma un concejal de la provincia oscense.

«El panorama es incierto», recalca otro dirigente oscense, al tiempo que reconoce que electoralmente «debe de haber un cambio como nunca lo ha hecho el PP«.

Uno de los políticos más destacados del PP aragonés defiende que «no podemos afrontar las elecciones en Aragón sin dar un golpe encima de la mesa. El desgaste cada día va a más«.