El pasado viernes 29 de junio, se celebró en el Ayuntamiento de la ciudad un pleno ordinario en el que, a propuesta del grupo municipal del alcalde, ZEC, se sometió a debate y votación una moción de apoyo al coronel Otero, recientemente fallecido, y a la UMD, organización en la que militó y por la que es conocido.

El texto de la moción fue modificado en el pleno a propuesta del PSOE, lo que, a mi juicio, lo enriqueció ya que se puso el acento algo más en el colectivo. La votación fue unánime a favor, lo que debe ser puesto de relieve.

La idea, en principio, me parece muy afortunada ya que rendir homenaje a quienes se jugaron su futuro, y muchos lo perdieron, por ayudar a traer a España un régimen político democrático, siempre merecen ser recordados, aunque en este momento y con este formato tal vez no se haya acertado.

Un buen amigo al enterarse de la moción me dijo: este Santisteve hace esto por electoralismo. A lo que le contesté: por supuesto.

A continuación, nos enzarzamos en una discusión en la que yo pretendí decirle que cualquier acción política es electoralista ya que, sobre todo en las instituciones, todo lo que hacen tiene efectos electorales, a favor o en contra.

Por lo que, concluí, sean cuales sean sus intenciones a mí me agrada que lo haya hecho.

«Rendir homenaje a quienes se jugaron su futuro por ayudar a traer a España un régimen político democrático siempre merecen ser recordados»

Mi amigo, insistente él, me recordó que en Zaragoza la UMD apenas tuvo implantación. Lo que es cierto, ya que en los tres años de vida de la organización sólo dos militares tuvieron alguna actividad, José Luis Corominas y Ángel Mayoral (muy valioso, posiblemente el suboficial más comprometido).

Pero el valor de la UMD no fue ciudad a ciudad, lo fue en el conjunto de España.

A la moción de ZEC le faltó el remate, algo que se llegó a plantear antes de su defensa. Habría que ponerle una calle a estos valientes, a estos héroes, lo que dejaría una huella indeleble del afecto zaragozano a los ‘úmedos’.

Me consta que la idea fue bien recibida en el entorno del alcalde, pero que, finalmente, no pudo ser.

En ese magma complejo que es Podemos, más los comunes, más las confluencias, y con los que pasan por ahí cerca, hubo quien pensó que sería muy fuerte que el nombre de ZEC quedase para siempre unido a una calle en la que apareciese la palabra “militar”.

A estos estrechos de miras habría que recordarles que la democracia no cayó del cielo, por gravedad, y que recordar a quienes lucharon contra Franco para traerla a España es un acto de justicia.

A todos, y ello incluye a la UMD. Le pido al alcalde que reconsidere la idea, y que proponga que una calle de la ciudad tenga este rótulo: Unión Militar Democrática.

«Hubo quien pensó que sería muy fuerte que el nombre de ZEC quedase unido a una calle en la que apareciese la palabra militar»

Y a la prensa, en general, y a los opinadores, en particular, les pediría que se hiciesen eco de cualquier ocasión que se presente para reivindicar la memoria de la UMD.

Que yo sepa solo el profesor Alberto Sabio escribió en Heraldo de Aragón un artículo glosando la figura de Luis Otero y de sus compañeros de viaje.

No estamos sobrados de ejemplos de ciudadanía. Y tratar de ponerlos en la agenda política sería bueno para que quienes no tienen noticia alguna de su existencia supiesen que no tan lejos en el tiempo hubo en España unos héroes.