TORLA (HUESCA) – La presencia del Rey Felipe VI en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido con motivo de los actos conmemorativos del centenario de la declaración de este territorio protegido ha despertado las simpatías de los vecinos de la zona, que le han brindado una cálida acogida a su llegada.

A las puertas del Centro de Interpretación de Ordesa, en la localidad de Torla, el Rey respondió a los aplausos y vivas y se acercó al cordón donde se encontraba el público para agradecer su presencia y darles la mano.


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Entre el público asistente, en la primera línea del cordón, una anciana esperaba recibir el saludo del monarca, que al acercarse ha escuchado una voz que se alzaba del grupo para decirle «Felipe, dale un beso que lleva tres días sin dormir«.

El Rey ha reaccionado de forma espontánea ante la voz y se ha inclinado para dar dos besos a la mujer, ante los aplausos y vítores de los asistentes.

el Rey se ha desplazado junto al presidente de Aragón, Javier Lambán, alcaldes de la zona y responsables institucionales y políticos al sector de la Pradera Ordesa, donde ha sido aplaudido por el público asistente.

El monarca ha saludado al conjunto de trabajadores del parque antes de iniciar una breve visita por sus senderos junto al responsable político, ambos provistos de varas de avellano conmemorativas decoradas con una cinta de la bandera de Aragón y coronadas con una caperuza de plata.

Con motivo de la presencia del Rey en Torla, que también ha sido aplaudido a las puertas del centro de interpretación por vecinos de la población, un pequeño grupo de bomberos forestales y de miembros se han concentrado para exigir mejoras en sus condiciones laborales y que finalmente se han sumado a las aclamaciones.

El rey Felipe VI ha asegurado que la conservación y cuidado del tesoro natural que conforma el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, enclavado en el corazón del Pirineo aragonés, es «responsabilidad de todos».


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Felipe VI, que ostenta la presidencia de honor de la comisión, ha valorado la labor realizada «día a día » por los habitantes de la comarca para mantener «vivo y productivo» el territorio de Ordesa, pero ha incidido en la necesidad de implicación del conjunto de la sociedad en su protección.

Ha insistido en que el cuidado de este «patrimonio de la humanidad» es una responsabilidad común en la que se hallan especialmente implicados los habitantes del territorio, a quienes agradeció por su labor e implicación en esta tarea».