Investigadores de la Universidad de Zaragoza han realizado un estudio en el que concluyen que Teruel registró un cambio climático global hace 7 millones de años que tuvo efectos totalmente opuestos a lo esperado en esta zona, con un hábitat húmedo frente al desierto que creían que sería este lugar.

El hallazgo publicado por la revista científica ‘Palaeontology’ se basa en el estudio de las dietas de los mamíferos a partir de sus fósiles.


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Esta observación permite demostrar que en lugar de encontrar datos de una marcada desertización y ambientes áridos y abiertos, como esperaban, se han obtenido pruebas de alimentación en hábitats con elevada humedad y precipitación, y más cerrados de lo esperado, según indica la Universidad de Zaragoza en un comunicado.

La importancia de estos resultados, añade la nota, radica en la luz que arroja para entender el funcionamiento del clima actual, porque «corrobora que el calentamiento global está cambiando los patrones de precipitación a escala planetaria», indican en la nota.

Al mismo tiempo, alerta de que se pueden sufrir lluvias torrenciales y un aumento de la humedad localmente, pese a tratarse de un evento de calentamiento y desertización.

El estudio ha sido realizado por Daniel de Miguel, investigador ARAID; Beatriz Azanza, profesora titular, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza, y Jorge Morales, científico titular del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid.

El trabajo también refleja que después de este periodo, los mamíferos volvieron a ocupar zonas relativamente más cálidas y áridas, más acordes con los hábitats del resto de Europa en esa época.