La alcaldesa de Andorra (Teruel), Sofía Ciércoles (Izquierda Unida), ha asegurado que no tiene miedo ante las nuevas amenazas de muerte que contra ella han aparecido pintadas de manera «cobarde» en distintas fachadas de la población.

Así lo ha indicado a los medios de comunicación, junto a la delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez, el subdelegado del Gobierno en Teruel, y el coordinador de Izquierda Unida, Álvaro Sanz.


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Los actos han sido denunciados ante la Guardia Civil y se están investigando. Según la alcaldesa de Andorra, hay que «alzar la voz» y ser «firmes» ante estos actos porque «no se pueden permitir» bajo ningún concepto y hacia ninguna persona.

Ha dicho, a su vez, cuando cargos públicos están defendiendo los derechos de los ciudadanos de la mejor manera que pueden y saben, con independencia del color político que tengan.

«No podemos permitir que actos de este calibre los tengamos que vivir en ninguna localidad», ha enfatizado Ciércoles, quien ha destacado que el Ayuntamiento de Andorra, por la población y número de partidos representados (IU, PSOE, PP, PAR, CHA y Asamblea Abierta Andorra) tiene que estar «al pie del cañón» resolviendo día a día problemas, pero las formas tienen que ser otras.

«En política no todo vale», ha remarcado la alcaldesa, quien sospecha que detrás de estas pintadas hay motivos políticos. «Yo tengo mis conjeturas y problemas, en el día a día, hay en el pueblo«, ha apuntado Ciércoles, quien ha asegurado que comprende que haya rivalidades pero «las formas de resolverlas -ha dicho- no son esas».


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En ese sentido, el coordinador de Izquierda Unida, Álvaro Sanz, ha hecho un llamamiento al conjunto de fuerzas políticas, representantes públicos y autoridades de Aragón y del conjunto del Estado a condenar de manera unánime las amenazas de muerte que sufre una alcaldesa elegida por su municipio y ha manifestado que espera, del encuentro con Sánchez, un trato acorde a la gravedad de este asunto.

Ciércoles, que no se presentará a la reelección en las próximas elecciones, ha reiterado que «no temo por mi vida». Y ha asegurado que no va a cambiar sus hábitos y que seguirá hasta el final del mandato trabajando por el pueblo «con la cabeza en alto».

Además, ha agradecido el apoyo personal e institucional que ha recibido que le hace «seguir adelante» y «tener fuerza para seguir trabajando en una localidad como Andorra».

«No tenemos que estar viviendo en el medio rural con temor a ver qué es lo que va a pasar. Tenemos que tener una calidad de vida digna, igual que la tienen en otros territorios», ha asegurado.