Carreteras sin tráfico, calles desiertas, y locales sin colas. Puede parecer el paraíso para los que viven en la aglomeración de las grandes ciudades, pero se ha convertido en la amenaza de la España vacía, un difuso escenario donde se ubica Aragón, donde el 86% de sus municipios no pasan de mil habitantes.

Las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE) destacan que el 55% de la población aragonesa se concentra en dos ciudades de más de 50.000 habitantes (Zaragoza y Huesca), mientras que un 11,3% de la población se dispersa en 627 municipios de menos de mil habitantes.

A nivel nacional, más del 60 por ciento de los ayuntamientos tienen menos de mil habitantes y sólo concentran el 3,2 por ciento de la población. La mayoría de los españoles vive en las grandes ciudades, mientras el medio rural se queda despoblado, aunque no solo los pueblos, también algunos núcleos urbanos que son capital de provincia.

Publicidad

Todas las comunidades están afectadas en mayor o menor medida por este fenómeno que, junto al envejecimiento y la población flotante, constituye uno de los tres vértices del problema demográfico.

Un auténtico «reto» para las administraciones públicas, sean del tamaño y del color político que sean. Hay siete autonomías en las que más de la mitad de su municipios no pasan de los mil habitantes. En Castilla y León hay más de 2.000 localidades que no superan esta cifra de población, el 89 por ciento del total de ayuntamientos.

En Aragón, los pequeños municipios suponen casi el 86 por ciento del total, y en La Rioja, un 84 por ciento. También son significativos los casos de Castilla-La Mancha y Navarra, ambas con casi un 70 por ciento, y Extremadura y Cataluña, con un 56 y un 52 por ciento, respectivamente.

Son localidades que, en conjunto, agrupan a menos del 10 por ciento de la población de la comunidad, excepto en Castilla y León y Castilla-La Mancha, porque la mayoría de los habitantes se concentran en las ciudades.

Y es que casi un 53 por ciento del territorio nacional tiene riesgo de despoblación, sobre todo en el ámbito rural. Actualmente, el peso poblacional se centra en las grandes ciudades, las de más de 50.000 habitantes. Se trata de 145 núcleos en toda España en los que reside más de la mitad de la población total. Las capitales de provincia tienen en conjunto casi 15 millones de habitantes, lo que supone que una de cada tres personas vive en una de estas localidades, el 32 por ciento del total.