Ojo, que no me refiero a las luces de los que legislan, ¡eh! Que esos tienen bien encendidas las luces, aunque normalmente lucen para ellos exclusivamente.

Os felicito el año desde estas líneas de HOY ARAGÓN, aunque ciertamente este 2019 que comenzamos, creo que debido a la incertidumbre política y económica que tenemos, va a ser complicado. Con muchas sombras y pocas luces. Y mucho más después de las elecciones de mayo que tenemos por delante.


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Como bien sabéis, el último sábado del año, a golpe de Real Decreto Ley (65 páginas para ser más concreto) se publicaron una serie de novedades para el año que estamos comenzando. También se publicó unos días antes el incremento del SMI, y la subida salarial del 2,25% a los funcionarios.

No me cabe duda, que todos los que leéis este artículo habéis observado y comentado alguna de las noticias que he señalado, al igual que el blindaje del incremento de las pensiones en relación al IPC.

Si traducimos todo esto a números, da la sensación de que son incrementos y mejoras para un país en pleno apogeo económico, boyante, sin problemas de déficit.

«Ciertamente, este 2019 que comenzamos, debido a la incertidumbre política y económica que tenemos, va a ser complicado»

¡Cuidado! No estoy diciendo que sean incrementos o mejoras justas o injustas. No obstante, mi reflexión indica que debido a los parámetros macroeconómicos que tenemos encima de la mesa, 2019 será un año, no de recesión, pero sí de minoración en el crecimiento económico.


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Y yo, me ‘autolanzo’ esta pregunta… de hecho me la hago continuamente. Si con interés cero o negativo, y el precio del crudo en mínimos históricos, no hemos sido capaz del superávit económico, con incrementos incluso récord de empleo… ¿qué puede ocurrir en nuestro país en el segundo semestre de 2019?

Hemos creado un mercado laboral débil, debido a que salimos de una de las crisis mundiales más fuertes de la historia, y ahora mismo, nuestro país no tiene los mimbres ni la base que había en 2007 cuando se inició la anterior.

Ese mercado, precisa de un crecimiento y un seguimiento muy cercano, y todos los cambios bruscos que queramos incluir, puede dar al traste con el procedimiento de mejora que hasta la fecha lleva nuestra economía.

Quizá parezca este un artículo pesimista. Nada de eso, es un artículo para digerir, pensar, leer y volver a leer. Para todos los escenarios, la incertidumbre, siempre es el peor de los sentimientos.

Una decisión, una enfermedad, un momento concreto… Para la economía, sin duda, también, y en estos momentos una nube sobrevuela muchos aspectos de la situación del mercado económico laboral de nuestro país.


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Supongo, y confío en que así sea, que todos estos parámetros que he destacado en estas líneas, las habrán tenido en cuenta los expertos (infinitamente más que yo) a la hora de establecer las riendas por las que llevar nuestra política económica.

Y celebraré por todo lo alto que así sea, y que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) se pueda volver a incrementar, y que mi madre, pensionista ella, tenga una pensión lo más alta posible. ¡Y qué decir de los autónomos! Como perteneciente a este colectivo, también espero toda esa batería de mejoras sociales multiplicadas.

Una vez despierto de todo eso, deseo, confío y espero, que las sombras que ciernen nuestro futuro económico se disipen, que la luz nos dé la capacidad y la ilusión de seguir creyendo en un 2019 positivo. Confiemos.


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Y aprovechando este hueco de la red… y con el deseo de que algún avezado político lea estas líneas, indicarles, que espero que todos tengan en cuenta… que hay vida más allá de mayo 2019.