No es la primera, ni la segunda, ni siquiera la tercera. Pero sigue doliendo mucho cada vez que pasa. Y Zaragoza en Común arrastra por el lodo la imagen de nuestra ciudad.

Fue este fin de semana, cuando informativos internacionales se hacían eco de la enésima burla del dictador Maduro hacia España -en su continua, penosa e intolerable humillación al pueblo venezolano– al pavonearse del apoyo que recibe de algunos acólitos a este lado del Atlántico.

Ahí estaban en las teles de todo el mundo, de telón de fondo del tirano que ha destrozado un país magnífico hasta llevarlo a la ruina, las imágenes en Plaza de España de los más sectarios de ZEC, con los comunistas Alberto Cubero y Pablo Híjar a la cabeza, dando cobertura a un régimen dictatorial que encarcela a la oposición democrática y reprime con fuego y sangre las manifestaciones que reclaman libertad.


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Es tan lamentable como lógico. Nadie puede extrañarse de su apoyo al tirano. En estos casi cuatro años hemos visto absolutamente de todo por parte del Gobierno de ZEC que llegó al poder gracias a un pacto irresponsable con el PSOE.

«Los comunistas Alberto Cubero y Pablo Híjar a la cabeza dando cobertura a un régimen dictatorial que encarcela a la oposición democrática»

Cuando ha habido que elegir, siempre han estado en el lado equivocado: entre la Constitución y el independentismo ilegal, han apoyado expresamente a los de los lazos amarillos; entre las víctimas y los verdugos, han preferido situarse a favor de las charlas de terroristas en centros de propiedad municipal; entre los agredidos y los agresores, han defendido a quienes atacaron cobardemente y en manada a dos guardias civiles y a sus parejas en Alsasua.

No, no es extraño que ahora sigan de parte de Maduro, como lo estaban de Chavez y de Castro. ¡Pero si hasta Cubero ha dicho públicamente en el Pleno que los rusos añoran regresar a la Unión Soviética!

Esta es nuestra triste realidad: que Zaragoza sufre la desgracia de estar gobernada por una izquierda radical, mezcla de comunistas trasnochados y ácratas de salón, que se jacta de incumplir las leyes y que apoya regímenes internacionalmente denostados, sinónimo de miseria, degradación y violencia.

«El Gobierno de ZEC llegó al poder gracias a un pacto irresponsable con el PSOE»

Una izquierda estéril, incapaz de construir ni gestionar nada de auténtico valor, que vive ensimismada en retroalimentarse de iconografía victimista y que no aporta una sola respuesta válida a los problemas del mundo actual.

Y lo que es peor, una izquierda radical, con una visión disgregadora de la nación española a la que el PSOE sigue dispuesto a insuflar oxígeno.


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No es casualidad la tibia posición que Pedro Sánchez ha mostrado con Maduro. Los socialistas continúan, también en esto, en la estrategia de pasar la mano por el lomo a su aliados podemitas, al igual que lo hacen con los independentistas.

Y lo van a seguir haciendo en todas las instituciones cuyos gobiernos se juegan en las próximas elecciones de mayo. Sí, la cabra tira al monte y el PSOE, diga lo que diga, volvería a apoyar a la demencial coalición que es Zaragoza en Común si las circunstancias se repitieran.

Eso es lo que los demócratas que queremos la libertad en Venezuela, y la sensatez y el respeto de la ley en España y Zaragoza vamos a impedir.

Es importante que nadie se equivoque. Zaragoza no está con Maduro. Unas docenas de radicales nostálgicos del muro de Berlín no son Zaragoza. Los zaragozanos amamos la Democracia y la Libertad y lo vamos a demostrar este sábado 2 de febrero, a las 12, en la Plaza de España, frente a la Diputación Provincial.

Allí estaremos junto a la comunidad venezolana de nuestra ciudad, reclamando solidariamente, como lo hará todo el mundo libre, el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino legítimo que debe inaugurar una etapa de renacimiento para el pueblo de Venezuela.