Aunque nací en Zaragoza, en las navidades de 1989, hasta los 10 años viví en Pamplona, ciudad donde residían mis padres por trabajo. Fueron 10 años de vivir de domingo a viernes en la capital navarra, y de viernes a domingo en Zaragoza.

No sé si será por ese motivo, pero desde siempre he asociado Zaragoza a disfrute. El colegio, los deberes, las obligaciones propias de la edad se quedaban en Pamplona, ciudad donde guardo mis mejores amigos.

Todos los caprichos, los paseos de los sábados, las tardes en el estadio de La Romareda, los domingos del Parque de Atracciones… son mis primeros recuerdos de Zaragoza. Todo era felicidad, y Enjoy Zaragoza desde antes de saber andar.


Publicidad


Llegaba a disfrutar Zaragoza hasta tal punto que renunciar a ella por la playa en verano o mi querido Cerler en invierno lo asociaba a tristeza, en el colegio si me preguntaban decía que mi pueblo era Cerler y veraneaba en Zaragoza, cuando realmente era al revés.

Desde los 10 años, cuando me mudé, a los 20 años, pase de asociar Zaragoza de ocio a obligaciones, quitando las divertidas tardes de Belvedere o noches de Boulevard en la mítica zona. El resto de la década fue Cerler quien se quedó los buenos recuerdos.

Colegio, exámenes, dependencia económica de los padres… capaban todo ese valor añadido que tiene nuestra ciudad.


Publicidad


Tras tres años en el extranjero con 24 años, con la carrera acabada y Enjoy Zaragoza recién montado… el valor añadido tan limitado en la década anterior lleva cinco años mostrándose en su máximo esplendor.

Enjoy Zaragoza, quien me conozca bien sabe, es una prolongación de mi mismo, basada en mis dos aficiones principales, el mundo del viaje y la gastronomía. Y sinceramente creo que hay pocas ciudades en el mundo donde se vive mejor pudiendo combinar estas dos aficiones que en Zaragoza.

Una ciudad en medio de todo, montaña a hora y media, playa a dos, Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao a tres en coche, entorno de buen vino, buenos quesos, bonitos pueblos, buena gente… todo esto en la cuarta ciudad en actividad económica del mejor país del mundo.

«Enjoy Zaragoza es una prolongación de mi mismo, basada en mis dos aficiones principales, el mundo del viaje y la gastronomía»

Una queja habitual es la ausencia de vuelos comerciales… totalmente de acuerdo, pero cuando disfrutas de un buen Somontano en una terraza con vistas a la colegiata de Alquezar, a hora y media en coche de la puerta de tu casa, se te olvida que no tengas vuelo a Berlin.


Publicidad


Y que decir de la gastronomía de Zaragoza… imposible resumirla en este último párrafo, ahora que llega la primavera es imposible calcular el valor añadido que te aporta una cena con amigos entre semana en alguna de las terrazas de Plaza Santa Marta, esas cañas en los aperitivos en plaza de los Sitios o Casa Baldo, el saludo de Sergio al entrar al Mesón Martín, la ilusión de verte entrar por la puerta de los tres hermanos a cargo del Papagayo, cruzarte a Abel del Uasabi y que te comente los resultados de la encuesta de tu último storie en Instagram…

No hay nada como ser feliz y presumir de lo que uno tiene. Pero la verdad que Zaragoza lo pone muy fácil.